Turismo en Cádiz

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Turismo en Cádiz.

Puntos de interés

La ciudad de Cádiz fue reconquistada de la ocupación islámica en el año 1262 por Alfonso X El Sabio. La entonces pequeña ciudad comprendía el recinto del actual barrio del Pópulo, el más antiguo de todos los actualmente existentes en Cádiz. Su núcleo urbano interior, abierto solo por tres arcos al exterior - Arco de los Blanco, Arco del Pópulo y Arco de la Rosa -, conserva en su interior los interesantes restos del Teatro Romano, de su castillo de la Villa, de las antiguas Casas Consistorales y de la conocida como Catedral Vieja de la ciudad. El entramado de sus calles, pequeñas y estrechas, se corresponden con el viejo trazado medieval, y en ellas existen también otros importantes edificios históricos como son la Casa de la Contaduría o la denominada Casa del Almirante.

No se conocen elementos urbanos del Gadir fenicio y existen pocas huellas de la Gades romana, aunque el núcleo de la ciudad histórica actual giró en torno al teatro de la Neápolis de Balbo. Esta zona, donde se asentó la pequeña medina islámica y luego villa cristiana recuperada por Alfonso X, queda delimitada en el actual barrio del Pópulo. A finales del siglo XV se consolidan a extramuros los arrabales de Santa María y de Santiago. Entre ellos se ubica la antigua plaza mayor, hoy plaza de San Juan de Dios. Su arquitectura doméstica conjuga armoniosamente viviendas burguesas y barrocas, muchas rematadas por torre-miradores. Su zona más popular es el barrio de la Viña, con iglesias barrocas como las de San Lorenzo, Divina Pastora o la Palma, y edificios como el Teatro Falla.

La siempre animada Plaza de las Flores de Cádiz.

Situada en el corazón del casco histórico de la ciudad, a muy pocos metros de su concurrido Mercado de Abastos y a medio camino entre la señorial calle Ancha y la luminosa plaza de la Catedral, es éste muy posiblemente el lugar más animado de toda la ciudad. De planta triangular, rodeada de notables edificios de porte neoclásico, con la salvedad de alguna portada barroca, y presidido en su parte más ancha por la singular silueta del edificio de Correos (del año 1930), se levanta en su centro la estatua del célebre tratadista romano gaditano Lucio Junio Moderato Columela. A su alrededor, los grandes magnolios de su arbolado, las animadas terrazas de sus bares y los múltiples puestos de flores y plantas ubicados a lo largo de sus dos lados mayores, ponen el oportuno tono de color a esta plaza.

Importante espacio urbano que se encuentra situado en el corazón de su casco histórico y tradicional. Tiene su origen en el año 1838, cuando se libera para la ciudad lo que era huerta y enfermería del entonces existente convento de San Francisco, convirtiéndose en plaza toda esa área liberada por mandatos de los ayuntamientos de 1841 y 1842. Fue proyectada por el prestigioso arquitecto portuense Torcuato Benjumeda, con trabajos continuados bajo la dirección y planos de Juan Daura, quedando la plaza estructurada en forma cuadrada con cuatro calles diagonales que se cruzaban en el centro formando una glorieta. Rodeada de interesantes edificios de la arquitectura gaditana propia de la época, todo un frente lo ocupa la elegante fachada del Museo de Cádiz, obra del ya citado Juan Daura.

Presidida por la fachada del Ayuntamiento de la ciudad, obra neoclásica del arquitecto Torcuato Benjumeda, la plaza se ubica en el frente Este del primer recinto amurallado que protegía el Barrio del Pópulo. Este era el lugar frente al que se encontraba el primer puerto de Cádiz, y donde hoy se puede ver la llamada "Puerta del Mar", elemento simbólico de entrada a la ciudad desde la Bahía y su importante puerto comercial donde atracan los grandes trasatlánticos y buques turísticos que hacen escala en la ciudad. La plaza, muy luminosa y concurrida, ha pasado por numerosas reformas; centrada por el monumento al político gaditano Segismundo Moret, presenta un elegante arbolado, que junto a su peculiar pavimento, sus fuentes y terrazas, hacen de ella un lugar muy frecuentado por visitantes.

Edificios y monumentos

Arquitectura civil

Ubicada en el Barrio del Pópulo y levantada por el almirante Diego de Barrios, su construcción se cree obra del último cuarto del siglo XVII, sobre un caserón preexistente al que se añadirían nuevos espacios hasta llegar a su estructura actual. Su fachada está rematada con dos torres-miradores en ángulo, consideradas las más antiguas conservadas de la arquitectura civil de Cádiz, y creadas tanto para recreo como para vigilar desde ellas los movimientos del puerto. Se trata de uno de los ejemplos más significativos de la arquitectura doméstica gaditana de la época, dentro de la tipología de Casas-palacio de la Bahía de Cádiz; importante también en el contexto de la evolución de la casa del Cargadores de Indias, figura fundamental en la formación del casco antiguo de la ciudad.

Gran Teatro Falla de Cádiz, de estilo neomudéjar.

El Gran Teatro Falla de Cádiz, comienza a construirse en el año 1884, siguiendo el proyecto de Adolfo Morales de los Rios. En 1886 el Ayuntamiento asume la dirección de las obras, pero la escasez de fondos provoca la paralización de las mismas en diferentes ocasiones, y esto hace que la obra no se finalice hasta el año 1905. Se construyó sobre el solar del antiguo Gran Teatro de Cádiz, construido en madera y que se incendió en 1881. El arquitecto municipal Juan Cabrera de la Torre, trabajó en la dirección de la obra, modificando en gran parte el primitivo proyecto. El teatro responde al estilo neomudéjar propio de la época y presenta sus fachadas con un característico ladrillo de color rojo. De extraordinario significado carnavalesco, es sede del Concurso anual de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz.

Interior del Mercado de Abastos de Cádiz.

Ubicado junto a la céntrica Plaza de las Flores sobre el solar de la antigua huerta del convento de los Descalzos liberada en el siglo XIX por la desamortización, su espectacular estructura de arquitectura neoclásica, de plaza porticada con sobrias columnatas de orden dórico, obra del arquitecto portuense Torcuato Benjumeda de 1830, acoge en su interior un singular y animado Mercado de Abastos. Bordeada interiormente por una poderosa columnata continua de marcado carácter clásico y de estilo dórico, actualmente parte de sus puestos están transformados en bares de comidas de todo tipo, y su espacio interior convertido en un especial lugar también de encuentro para disfrutar de unas copas y tapas, lo que hace de este lugar tan singular una visita muy recomendada.

Singular torre vigía y punto de mayor altura de la ciudad de Cádiz, a 45 metros sobre el nivel del mar. Situada en la Casa-palacio de los marqueses de Recaño, construida durante el siglo XVIII y de estilo Barroco, era el punto de vigía oficial del puerto gaditano en 1778, recibe su nombre de su primer vigía, Antonio Tavira. El edificio tiene planta rectangular y presenta el esquema tipológico propio de las casas-palacio gaditanas, estructurado alrededor de un patio central con galerías en torno a las cuales se desarrollan las dependencias. Actualmente su planta superior alberga la Cámara Oscura, una de las atracciones turísticas más visitadas de la ciudad de Cádiz, así como dos salas de exposiciones y un mirador desde el que puede verse todo el casco histórico de la ciudad.

Arquitectura militar

Es ésta otra de las tres antiguas puertas que cerraba el viejo barrio del Pópulo. Su denominación obedece a la pequeña capilla dedicada a la Virgen del Rosario o de la Rosa que se alzaba sobre ella. Originalmente su acceso se realizaba en eje acodado, por lo que obligaba a pasar por la torre que se situaba ante ella, hoy desaparecida. Sobre su alto hueco, que fue ampliado para permitir el paso de los carruajes a través de él, defiende la entrada un amplio matacán. Ante el arco se abría una pequeña plaza, denominada entonces "plaza de las Tablas", donde se montaban los patíbulos, y que acabó desapareciendo a finales del siglo XIX cuando se configuró la actual plaza de la Catedral.

Aquí estuvo una de las tres puertas de entrada al antiguo Barrio del Pópulo, primer núcleo urbano de la ciudad. Y fue la primera "Puerta de Tierra" de Cádiz, la situada más al Sur y cercana al istmo que la conectaba con el resto de la Península Ibérica. Situada adosada al castillo de la Villa, al igual que ocurrió en el arco del Pópulo, al hueco original se fueron añadiendo distintas construcciones que transformaron su aspecto primitivo. Sobre la amplia bóveda que conforma el pasadizo, la familia Bianco o Blanco, de la que toma la puerta su nombre actual, levantó en el siglo XVII una capilla dedicada a la Virgen de los Remedios, hoy desaparecida. Hoy, el conjunto de los tres arcos de piedra ostionera, siguen dando entrada por este lado al viejo barrio del Pópulo.

Este baluarte es una de las muchas fortificaciones militares que se construyeron en la ciudad de cara al mar durante el siglo XVII, y a lo largo de todo el perímetro de su casco histórico, para procurar su defensa frente a los continuos ataques exteriores. Situado en el extremo Norte de la ciudad, en un lugar estratégico para el control de la entrada al interior de la bahía, fue modificado durante los siglos XIX y XX. De planta casi triangular y con el lado sur abierto hacia la ciudad, en los años 90 del siglo XX fue adaptado para la adecuación del conjunto como "Museo del Mar de la ciudad de Cádiz", un museo que nunca llegó a inaugurarse, por lo que el edificio se abre al público sólo ocasionalmente para diferentes eventos, como por ejemplo algunas exposiciones temporales.

Se considera la construcción militar más antigua de Cádiz. Los trabajos comenzaron en 1598 y su artífice fue el ingeniero militar Cristóbal de Rojas. Se sitúa en el extremo septentrional de la Playa de la Caleta y tiene forma de estrella de tres puntas en la parte que da al mar; la que da a tierra está formada por dos semibaluartes y foso, con un puente permanente y otro levadizo. Así, el conjunto tiene forma pentagonal, imagen que luego sería copiada en muchos castillos al otro lado del Atlántico. En 1769 Carlos III lo destinó a prisión militar, y así continuó hasta que el Ministerio de Defensa dejara el castillo en 1991. Hoy es visitable.

Castillo ubicado al otro extremo de La Caleta, frente al de Santa Catalina, sobre un pequeño islote donde según la tradición clásica se encontraba el Templo de Kronos. Tras el saqueo anglo-holandés de 1596 el lugar se destinó a castillo, reconstruyéndose la torre en 1613 bajo la dirección de Juan de la Fuente Hurtado, dotándola de artillería, y dotándolo a su vez para servicio de faro para los navegantes. En 1706 se inician las obras que dan lugar al actual recinto fortificado de planta irregular que defendía el flanco Norte de la ciudad, quedando unido a tierra con un malecón -lo que permite que no se encuentre aislado en la pleamar-, desde donde las vistas de la playa de la Caleta son inmejorables.

Complejo arquitectónico, hoy reducido, de la que fuera la Puerta de entrada por tierra a la ciudad de Cádiz a través de su muralla. Su estructura y construcción original data del año 1639, cuando Ignacio de Sala y Juan Martín Cermeño comenzaron a levantar las nuevas defensas sobre el antiguo muro de la ciudad. Modificada por el arquitecto academicista Torcuato Cayón en el siglo XVIII, su portada actual está labrada en mármol y está concebida más como retablo religioso que como fortificación militar. Su imagen actual responde a la reforma realizada en 1950 por el arquitecto Antonio Sánchez Esteve tras un concurso municipal de ideas para adaptarlas a las nuevas necesidades del tráfico rodado, creándose entonces los dos amplios arcos que hoy muestran.

Arquitectura religiosa

  • Catedral (Bien de Interés Cultural, año 1931):

Sede episcopal de la diócesis de Cádiz, se empezó a construir en el año 1722, acabándose el 28 de noviembre de 1838. La última de las grandes catedrales españolas, recibe el nombre de "Santa Cruz sobre el Mar", aunque los gaditanos la denominan "Catedral Nueva" en contraposición a la Catedral Vieja (Iglesia de Santa Cruz) mandada a construir por Alfonso X El Sabio. Se eligió al arquitecto Vicente Acero como maestro mayor de las obras, quien diseña una espectacular catedral barroca de planta de cruz latina, tres naves y girola en la cabecera, inspirada en las de la Granada y Guadix, ambas de Diego de Siloé. La genialidad del autor consiste en fundir la tradición de las grandes catedrales españolas con las formas procedentes del barroco italiano.

Situada en la céntrica y recoleta plaza de su mismo nombre, esta iglesia de estilo barroco, forma parte del convento de igual advocación fundado en el año 1566, cuyo ámbito ocupaba el actual Museo de Cádiz, con huerto en la actual plaza de Mina y compás en lo que hoy es la propia plaza de San Francisco. De su interior destaca su retablo mayor, obra de 1763 de Gonzalo Pomar de estilo rococó, así como el Crucificado de la Vera-Cruz, que algunos estudiosos suponen traído a la ciudad desde Nápoles en el año 1733.

Espadañas de la Iglesia del Carmen.

Iglesia de un fuerte carácter barroco, situada en el frente de la Bahía, cuya construcción quedó concluida en el año 1762. Exteriormente su imagen es inconfundible, gracias especialmente a las dos airosas y abultadas espadañas barrocas con que se remata su fachada principal, de composición simétrica y de muy estudiada disposición. En el centro de esta fachada se levanta la portada principal de la iglesia, en dos cuerpos de altura y en mármol, obra de Manuel Rosato, creada en el año 1764. Interiormente la iglesia está organizada según tres naves con crucero. De entre sus bienes muebles destaca el altar Mayor, que aloja en su cuerpo principal un camarín central con la imagen de su titular, la Virgen del Carmen, obra de Gabriel de Arteaga del año 1774. El resto de retablos barrocos laterales de esta iglesia le aportan un estilo unitario de gran valor.

Forma parte del antiguo Convento de San Agustín, del que en la actualidad sólo se conservan el claustro, junto con algunas dependencias, y este templo, situado en esquina hacia la mitad de la popular Calle San Francisco. Interiormente cuenta con un retablo Mayor de estilo neoclásico, obra del arquitecto Pedro Ángel Albizu, y posee además importantes imágenes procesionales, como el Cristo de la Buena Muerte y el Cristo de la Humildad y Paciencia, obra de Jacinto Pimentel. Al exterior destaca su portada de mármol realizada en el año 1647 en estilo manierista.

El edificio actual es de mediados del siglo XVII, y concretamente algunos historiadores la sitúan en torno al año 1770, aunque ha sufrido diversas reformas en épocas posteriores, siendo la de mayor entidad y la que le da su imagen actual, llevada a cabo en la segunda mitad del siglo XIX, entre los años 1868 y 1871, cuando es reformada y ampliada según un proyecto de Fernando Ortiz de Vierna. Su fachada lateral y la alta silueta de sus torres en fachada presiden la céntrica plaza de San Antonio.

Inaugurada en el año 1787, constituye un magnífico ejemplo de la Arquitectura neoclásica gaditana, que dio lugar a tantos notables edificios, civiles, religiosos y militares que se levantaron a lo largo de toda la Bahía de Cádiz durante la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX. Su fachada principal, perfectamente simétrica y abierta hacia la avenida, tiene su portada de acceso flanqueada por dos bellas torres-campanarios gemelas en las que se ubican los cuerpos de campanas. El arquitecto portuense Torcuato Benjumeda y el escultor Cosme Velázquez levantaron el altar mayor en forma de templete en el centro del presbiterio, con el coro detrás, y también realizaron los altares laterales, todo ello desaparecido el 17 de julio de 1936, cuando la iglesia fue incendiada y saqueada.

Conocida como "la catedral Vieja", se ubica junto al mar, en el viejo Barrio del Pópulo, sobre el emplazamiento de la antigua mezquita del Cádiz musulmán, y a instancias del conquistador de la villa, el rey Alfonso X El Sabio. Arruinada aquella primera iglesia por las tropas angloholandesas en 1596, fue reconstruida, cerrándose de nuevo sus bóvedas en el año 1605. De severo aspecto exterior, constituye un importante ejemplo de iglesia columnaria, que muestra en su interior una planta irregular de tres naves separadas por gruesas columnas de piedra ostionera y de estilo toscano. Destaca también su majestuoso retablo de mármol de la "Capilla de los Genoveses", obra de Andrea Andreoli de mármoles italianos de 1671. Adosado a ella se crea en 1689 el Sagrario, obra de Felipe Gálvez, como un enorme torreón cúbico articulado sobre antiguas defensas amuralladas de la ciudad.

Notable iglesia de estilo barroco, en el barrio de Santa María, donde intervinieron activamente los maestros de obra Martín Calafate y Bartolomé Ruiz en el año 1650. Forma parte del convento de su mismo nombre, del que destaca su claustro, rectangular y de tres plantas de altura. El interior de la iglesia presenta una imagen plenamente barroca, presidido por el imponente retablo mayor de elaborados mármoles, obra de los hermanos Andreoli de 1691, una gran pieza de singular belleza donde destacan las cuatro enormes columnas salomónicas de mármol negro que estructuran sus calles verticales. Lo preside la Virgen del Rosario, patrona de Cádiz. Del exterior destaca su poderosa torre, realizada toda ella con la característica piedra ostionera gaditana.

Singular edificio religioso de pequeñas dimensiones formado por dos pequeños recintos de muy distinta índole y tipología: una iglesia superior y una capilla subterránea, cuya construcción se inicia hacia 1781. La iglesia superior, de planta elíptica, es obra exquisita creada con un tratamiento riquísimo de materiales, de acabados delicados y plena de detalles de refinada decoración. Dedicada al Santísimo Sacramento, se inspira en la obra de Ventura Rodríguez, y toma forma a través de ocho altas columnas de mármol de orden jónico adosadas al paramento curvo, sobre las que apoya la elegante bóveda elíptica con lunetos en su base donde entre otras, muestra una obra de Francisco de Goya.

La consagración de esta iglesia, un anterior oratorio de Padres Filipenses, tuvo lugar en 1719. Además de su indudable interés arquitectónico y artístico, tiene especial significado histórico a nivel nacional por haber sido sede de las Cortes Generales que elaboraron aquí la primera Constitución moderna española, modelo de otras redactadas luego en Europa y América. En febrero de 1811, las Cortes españolas que venían celebrando sesiones desde septiembre de 1810 en el Teatro de las Cortes de San Fernando, ante la falta de seguridad para sus miembros por la cercanía del ejército francés, deciden trasladarse a Cádiz, siendo elegida esta iglesia para continuación de las sesiones. La Constitución fue jurada el 19 de marzo, día de San José, por lo que se la llamó popularmente La Pepa.

Parques y jardines

Se encuentra situada al norte de la ciudad histórica, en el borde amurallado frente a la Bahía. Se trata de un amplio espacio público de planta alargada que se desarrolla rodeando parte del rompeolas de la muralla de la Bahía, justo frente a las playas de El Puerto de Santa María, que se extienden al otro lado. Su extremo más occidental está ocupado por el Baluarte defensivo de la Candelaria, y llega en su punto más oriental hasta la plaza de Argüelles. Constituye, sin duda, uno de los paseos más interesantes y hermosos de la ciudad, dispuesto entre la larga fachada norte de su homogéneo casco antiguo a un lado, y la balaustrada de piedra,garitas y bellas farolas junto al paseo bordeando el mar, al otro.

Parque Genovés, de Cádiz.

Es el jardín por excelencia del casco histórico de Cádiz y uno de los lugares más atractivos y de su estructura urbana. Su origen se remonta a finales del siglo XVIII cuando se crea un primer parque en terrenos situados entonces entre los cuarteles del Camposanto y de La Bomba y la muralla que limitaba con el mar. En el año 1854 fue ampliado y se llamó "Paseo de las Delicias"; y en 1863, al ser demolido el "Cuartel de la Columela", se repobló el solar con cipreses y otros árboles frondosos. La remodelación más importante se llevó a cabo en 1892 por Gerónimo Genovés, de quien toma hoy su nombre. En su interior, un teatro y varias esculturas rinden homenaje a gaditanos universales como el músico Manuel de Falla, el biólogo José Celestino Mutis, o el escritor José María Pemán.

Espacios naturales

De las tres playas urbanas con las que cuenta Cádiz - La Caleta, Santa María del Mar y La Victoria, ésta de la Caleta es la única de su viejo Casco Histórico. Con una longitud de unos 450 m y una anchura media en bajamar de 50 m, esta popular playa se encuentra situada al Este de la península gaditana, junto al carnavalero barrio de la Viña, entre grandes bancos de piedra ostionera y centrada por la silueta del histórico y blanco Balneario de la Palma. Por su especial ubicación, era un punto que había que defender de invasores llegados por mar a toda costa; lo que explica la existencia de sus dos castillos que la flanquean: el de San Sebastián y el de Santa Catalina. En sus aguas habitan especies marinas tan gaditanas como son las mojarritas, los erizos de mar o las caballas caleteras.

Vista de la Playa de la Victoria de Cádiz desde su Paseo Marítimo.

Se encuentra situada a extramuros de la ciudad histórica y tradicional. Con accesos a través de su largo paseo marítimo, la playa de la Victoria se extiende desde la escollera de contención del extremo sur de la playa de Santa María del Mar hasta el Fuerte de Cortadura. De arena fina y dorada, es una de las playas urbanas más destacadas de toda la provincia de Cádiz, y también la más popular y frecuentada de la ciudad de Cádiz.

Una de las tres playas urbanas de la ciudad, junto con la de La Caleta y la de la Victoria, está a extramuros, cerca de las Puertas de Tierra.

Museos y galerías

El Museo ocupa gran parte del edificio tardoneoclásico construido por el arquitecto Juan Daura en 1838 en parte del espacio de huertas del desamortizado Convento de San Francisco, y tiene su origen en el depósito de una serie de pinturas procedentes de diversos conventos exclaustrados en la Academia de Bellas Artes de la ciudad, entre las que se encontraba la magnífica serie de lienzos de Zurbarán procedente de la Cartuja de Jerez de la Frontera. Ubicado en la popular y muy gaditana plaza de Mina, en el interior del Centro Histórico de la ciudad, el hallazgo casual en el año 1887 del excepcional sarcófago antropoide fenicio masculino en los terrenos de los Astilleros de Cádiz fue el punto de partida de una extraordinaria colección arqueológica, lo que justificó la creación de un museo de esta naturaleza en la ciudad.

Bibliografía

  • Guía digital del Patrimonio Cultural de Andalucía. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.

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