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Gregorio López Martínez Categorías: Gobernadores Civiles | PSOE |

Nace el 27 de mayo de 1945 en Villarejo Seco (Cuenca). Estudia en Uclés, localidad de la misma provincia y en la Universidad Pontificia de Salamanca, licenciándose en Filosofía y Letras y Teología. Ordenado sacerdote se incardina en la diócesis de Cádiz a finales de los años sesenta, ejerciendo en primer lugar y durante tres años en la Parroquia de San Sebastián de Puerto Real y posteriormente en la Parroquia del Cerro el Moro. En esta barriada marginal, además de su tarea parroquial, crea la Asociación de Vecinos "1º de Mayo", la Asociación de Jóvenes de la misma barriada y, bajo su dirección, se publica el boletín informativo "La Voz del Cerro". Desde el principio desarrolló una labor docente como profesor de Lengua y Literatura castellanas tanto en Puerto Real como después en Cadiz en los colegios Amor de Dios y San Bartolomé. Se le encuadró como uno de los curas rojos de aquella época, por lo tanto, toma contacto con las fuerzas progresistas gaditanas. Montó con otros en la misma localidad la "Librería Petrarca", foco de cultura en los últimos años del franquismo. Se seculariza y entrar a formar parte del PSOE en el año 1976. Coloquialmente se le llama “Goyo”. Fue concejal portavoz en el primer Ayuntamiento democrático de Cádiz (1979) ejerciendo como Delegado de la Policía Municipal y Delegado de Personal en dicha capital. Igualmente desarrolló este cometido en la Diputación Provincial gaditana en cuya institución ejerció como portavoz y coordinador del Grupo Provincial de Diputados. Posteriormente, fue nombrado por el primer gobierno (1982) de Felipe González gobernador civil de Córdoba, y en los años 1993 y 1994 estuvo desempeñando el mismo cargo en Huelva. En 1993 estuvo de una forma accidental en Sevilla, desarrollando la función de Delegado del Gobierno en Andalucía. A finales de 1994 fue nombrado por el Gobierno de la Junta de Andalucía como Delegado de Economía en Cádiz. En los últimos años de la década de los noventa, se reincorpora a su puesto de trabajo en la Oficina Parlamentaria del PSOE de Cádiz, hasta su jubilación en 2010.

Como Gobernador Civil de Córdoba desarrolló desde el principio hasta casi el final de su mandato la puesta en funcionamiento del Estatuto de Autonomía de Andalucia. Tuvo claro que su papel no era como el de los antiguos gobernadores, que se erigían en mecenas para alcanzar favores de Madrid, sino en promover, colaborar y hacerse copartícipe en los problemas tanto con las autoridades locales y provinciales como con las autonómicas. Esto no menguó su capacidad de acción, ya que atendió de una forma especial la seguridad ciudadana, emprendió proyectos de infraestructura como fueron la mejora de las Redes de Comunicación del Estado y Ferroviarias, dado lugar a la inauguración de la nueva Estación de pasajeros de Córdoba y su homóloga de mercancías en el Higuerón. Igualmente hizo gestiones para el mejor aprovechamiento de los recursos hidráulicos, dando apoyo a la agricultura en un plan especial para el Valle del Pedroches con el fomento de tierras para regadío. Esta acción positiva no tuvo exenta de dificultades, en especial como el alcalde de Córdoba Julio Anguita González y con colectivos feministas. Mantuvo una postura de cautela y cierta reticencia hacia los medios de comunicación. Estando en su mandado se opuso a la fusión entre las dos Cajas de Ahorros cordobesas: Monte de Piedad y Caja Provincial que se produciría con el posterior gobernador civil en 1995.