Historia de la Semana Santa en Prado del Rey
Historia
Lo poco que conocemos de nuestra historia, se lo debemos en gran parte a D. Antonio Hernández Parrales, los hermanos José y Jesús de las Cuevas de Arcos de la Frontera y a Antonio Poley y Poley de Villamartin.
Recordemos que el Padre Hernández Parrales estuvo de sacerdote en nuestro pueblo desde el 15 de Junio de 1939, hasta el 5 de Junio de 1950. Despúes sería nombrado Archivero del Palacio Arzobispal de Sevilla durante varios años, de donde recopiló numerosos datos de la historia de Prado del Rey y su termino.
Resulta curioso comprobar como los hombres y mujeres que más se han preocupado por nuestra cultura, nuestro pasado y nuestra historia, siempre han sido personas que vinieron de fuera de nuestro Pueblo. Ahí tenemos los ejemplos de D. Antonio Ramos del Pozo, D. José Francisco López Rubio, D. José Luis Rivero Marchena y tantos otros que sería muy largo de mencionar. Parece como si a los que nacimos aquí nuestra historia no nos importara demasiado.
FUNDACIÓN
Como todos sabemos, nuestro Pueblo fue fundado en las Dehesas de Almajar y Prado del Rey, por una Real Provisión del Rey Carlos III, dada en la Villa de Madrid a 29 de abril de 1768, encomendada a D. Pablo de Olavide y Jáuregui, ayudado por el comisionado D. Casimiro Angulo, que a su vez encargó a un agrimensor fue D. Diego Linderos, de Morón de la Frontera.
Resulta curioso el dato de que ni un solo colono pertenecía a Villamartin ni a ningún pueblo de la campiña.
El primer Padrón de las poblaciones de Almajar y Prado del rey se realizó a finales de 1769 por D. Blas Lobo, que dio el siguiente resultado:
Almajar: Varones, casados, 51; solteros, 87 Total 138 Mujeres, casadas, 50; solteras, 63 Total 113. Total de Varones y Hembras: 251 pobladores
Prado del Rey Varones, casados, 50; solteros, 105 Total 155 Mujeres, casadas, 54; solteras, 58 Total 112. Total de Varones y Hembras: 261 pobladores
Eran, pues, más de quinientos pobladores y se necesitaba un Sacerdote fijo para que fueran atendidos debidamente y en el año 1770 se nombra como Capellán a Don Cristóbal Malo de Molina, en calidad de teniente de los curas de Villamartin, quienes continuamente exigían los padrones porque “no habían podido cobrar más de la mitad de las primicias que tenemos derecho y que el año pasado no pagaron cosa alguna”.
El Capellán Don Cristóbal Malo renuncia a su cargo a fines del año de 1791, y, entonces, por ausencia obligada del señor asistente, el encargado del despacho, Don Juan Gutiérrez de Piñeres eleva un escrito al Emmo. Sr. Cardenal Solís, porponiendo al presbítero don José Silvestre Menacho y González, natural de Grazalema, que se había ofrecido para dicho cargo en las colonias. La primera actuación del Señor Menacho la encontramos a principios del año 1773, en el siguiente documento: “En dies y nueve días del mes de Enero de mil setecientos setenta y tres años se enterró en esta Parroquia Jph Guerrero viudo de Isabel Romero, naturales de la V. De Grazalema y poblador de Almajar y no iso testamento. Menacho, rubricado”
En Prado del Rey edificaron los colones la cada para el cura Menacho, quien pronto adaptó un local para templo y procuró traer una imagen de la Virgen del Carmen, que sería en adelante la titular de la Parroquia y la Patrona de la población, la Madre y Señora de todos, el lazo de unión de los vecinos de ambas dehesas. No es de extrañar que el cura Menacho eligiera a la Virgen del Carmen, si se tiene en cuenta que con ese titulo se le venara y es la Patrona de Grazalema, donde había un convento-hospicio de los frailes Carmelitas descalzos. Y,
“en veinte dos días del mes de junio del año mil setecientos setenta y quatro se traxo de la villa de Grazalema nuestra Madre y Señora del Carmen que costearon los colonos y costó trescientos reales”
El día dieciséis de Julio de aquel año se celebró por primera vez la fiesta del Carmen con grandes actos cívico-religiosos. El cura Menacho, desde que se hizo cargo de la Parroquia, escogió un grupo de pobladores para que le ayudaran en todos los gastos del culto. Y a medida que iba pasando el tiempo se fue enriqueciendo la casa de Dios, y se compró una imagen de nuestra señora de los Dolores en quinientos siete reales, después un Retablo con medallón de las Animas del Purgatorio que costó mil doscientos sesenta reales, con su Altar o Retablo dorado aparte, que costó cuatrocientos cincuenta reales.
Mas al llegar el año 1782, creyó el señor Menacho que era el momento oportuno de crear en la parroquia varias hermandades, que, unidas, se encargaran de una manera formar y legal de todo el movimiento del culto, y nacieron las Cofradías del Santísimo Sacramento, de Nuestra Señora del Rosario, y de las Animas Benditas. “ Estas tres hermandades desaparecieron antes de la guerra civil de 1936”
Hacia tiempo que los colonos deseaban tener un patrono o copatrono, y de acuerdo con ese deseo, lo pimero que hicieron las tres hermandades reunidas fue comprar una imagen del Patriarca San José, que se trajo de Jerez y costó Novecientos cincuenta reales, que costearon los colonos. Se colocó sobre un retablillo, que costó doscientos cincuenta reales y se hizo la fiesta el día 29 de Junio del año 1782. Predicando el Rvdo. Pradreo Custodio frai Thadeo de Ubrique.
La labor del cura Menacho fue muy destacada, a pesar de las dificultades que surgieron en una población cuyos componentes eran de caracteres muy distintos, ya que vinieron a poblar no solo gente de la serranía de Grazalema y Ronda, sino que vinieron personas de regiones muy distantes.
“Después de muchos años de dirigir espiritualmente a los pobladores, en la Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen, Parroquia de la Colonia de Prado del rey y Almajar, el día diez y ocho de Septiembre del año mil ochocientos y uno se enterró el cadáver de Don José Silvestre Menacho, Presbítero que fue de ella, y natural de Grazalema, Obispado de Málaga, primer cura de esta Población”
Y una sencilla loza sepulcral a los hijos de Prado del Rey en una oración por el eterno descanso de aquel cura, que había sido enterrado bajo el pavimento del templo parroquial.
El primer edificio que se usó de iglesia parroquial en Prado del Rey, además de ser pequeño para una población que iba aumentando continuamente, amenazaba ruina y se pensó en levantar un templo adecuado.
Las obras de la iglesia parroquial en Prado del Rey no comenzaron hasta el año 1830, y la torre se terminó en 1840, el maestro alarife de estas obras fue D. Rafael Tolón Medina.
“El vecindario entero, con miles de sacrificios, ayudó a levantar la Parroquia, el edificio más suntuoso de la villa de Prado del Rey”
A los pocos años de construida la torre se encuentra en Iptuci una parte de la Lapida o Cipo funerario dedicado a Fabia Fabiana, hija de Cayo. Esta Lápida o Cipo se manda colocar empotrada en la estructura de la torre, la segunda parte de dicho cipo, se encuentra en el rancho de Becerra muchos años después se coloca junto a la primera, quedando tal y como está ahora. Al unirse las dos partes se pudo completar y traducir íntegramente el texto de su inscripción que dice: “Fabia Ly para si en su testamento mandó que se pusiese. De que fuera colocada cuidó Fabio Montano su hermano y heredero en un lugar recibido del esplendido Senado de los Iptuci. Se dedicó según costumbre.”
Al principio esta lapida tenia junto a ella, una traducción al castellano que no era muy acertada, por lo que el alcalde de aquella época, sabiamente aconsejado, decide quitarla.
En el camerín del Altar Mayor quedó colocada la titular Parroquia y Patrona de esta villa, la Santísima Virgen del Carmen. Una talla de gran valor artístico según Antonio Poley y Poley. esta primera imagen fue destruida en Octubre de 1934. La segunda imagen que se trajo fue destruida en 1936. La actual imagen de la Virgen del Carmen es la tercera y fue adquirida después de la guerra civil de 1936, aunque Hernández Parrales y los hermanos Cuevas afirman que es del imaginero sevillano Sebastián Santos, en la última restauración realizada a la imagen, por D. Pedro E. Manzano Beltrán en 1999, se descubrió que puede ser obra de Castillo Lastrucci, y así lo afirmaron varios expertos después de estudiarla detenidamente. El documento de dicha restauración se puede encontrar en el Noticiero Pradense de 1999, Páginas 94-97, donde también se publican las fotografías de las tres imágenes.
El actual retablo de nuestra Parroquia perteneció al convento de la Encarnación de Arcos del a Frontera y fue traído y colocado en Septiembre de 1939.
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