Antonio Monge Rivero "Planeta"
Antonio Dionisio Alonso Monge Rivero "Planeta", nació en Cádiz el día 8 de abril de 1790 posiblemente en la calle del Marzal- hoy Vea Murguia-. Se bautizó días después en la parroquia de San Antonio y era hijo de Gregorio Alonso y de Francisca Clara de la Concepción Rivero. Se hizo cantaor en plena Guerra de la Independencia, cuando era herrero de profesión. "El Planeta" se casó con la gaditana María Vara Gallardo, el 2 de septiembre de 1808, en la Catedral Vieja de Cádiz. Dejó la herrería y se hizo tablajero, que es como llaman en Cádiz a los carniceros. Tuvo al menos cinco hijos en Cádiz, ciudad que la familia abandonó a mediados de la tercera década del siglo xix para instalarse en Málaga, en esta otra ciudad andaluza se estableció El Planeta como carnicero en la calle San Juan y se convirtió en un señor adinerado combinando el negocio familiar con su faceta de cantaor y guitarrista flamenco. Sus hijos continuaron el negocio de la carne y llevaron siempre el apodo de su padre, El Planeta. Su hijo Francisco llegó a ponerlo incluso en el Padrón Municipal como su segundo apellido. Y uno de sus nietos, que fue torero, Tomás Monge Fernández, se hacía llamar Tomás el Planeta. El Planeta es el primer cantaor considerado profesional por los investigadores del género. La noticia más fidedigna de su existencia la proporciona Serafín Estébanez Calderón, que le conoció en 1838 en una fiesta celebrada en la calle Castilla de Triana, en la que cantó junto al también célebre cantaor El Fillo. En su obra Escenas andaluzas, escrita en los primeros años del siglo xix y editada en 1847, le califica de “conde de los calis de Sesé y rey de los polos”. O sea, de rey de los gitanos de Sevilla y de un cante muy importante en su época, en el capítulo “Un baile en Triana”, donde narra lo siguiente: “Entramos a punto en que El Planeta, veterano cantaor, y de gran estilo, según los inteligentes, principiaba un romance o corrida, después de un preludio de la vihuela y dos bandolines, que formaban lo principal de la orquesta, y comenzó aquellos trinos penetrantes de la prima, sostenido por aquellos melancólicos del bordón, compaseado todo por una manera grave y solemne, dando el inteligente tocador unos blandos golpes en el traste del instrumento, particularidad que aumenta la atención tristísima del auditorio. Comenzó el cantador por un prolongado suspiro, y después de una brevísima pausa, dijo el siguiente lindísimo romance del conde Sol que por su sencillez y sabor a lo antiguo, bien demuestra el tiempo a que debe ser”.Por su parte, Demófilo, en su Colección de cantes flamencos, obra aparecida en 1881, es quien lo considera gaditano, llevado de la información que facilita el cantaor Juanelo, y recoge una copla de siguiriya que dice: “Le dije a la Luna/ del artito cielo/ que me llevara siquiera por unas horas/ con mi compañero”. Algunos teóricos opinan que el nombre de El Planeta le fue puesto al cantaor por la alusión que hacía en sus coplas a los astros. Murió en Málaga el 30 de octubre de 1856, en la calle San Juan de Málaga con sesenta y seis años de edad. como consecuencia de “congestión cerebral”. Según el certificado de su muerte, el cantaor tenía 65 años de edad y era de ocupación “merchante”. O sea, vendedor sin tienda fija, ambulante. Aunque es posible que diga “marchante”, sinónimo de comerciante. Tras un responso en la Parroquia de San Juan, que estaba justamente al lado de su casa, a escasos metros, su cadáver fue enterrado ese mismo día, suponemos que en el Cementerio de San Miguel, donde recibiría cristiana sepultura, porque el certificado del enterramiento de su cuerpo encontrado en el Archivo Municipal de Málaga carece de ese dato. Como era todo un personaje en Málaga, su entierro tuvo que ser repicado pero la prensa local de la época no se hizo eco de la luctuosa noticia, que haya podido encontrar. Supongo que El Planeta, con cerca de 70 años, era ya un cantaor olvidado, dedicado a sus negocios y a disfrutar de sus nietos, de los hijos de Francisco, Dolores y María Magdalena, porque Tomás, que era “cómico” de profesión, estaba aún soltero en 1863. Sus hijos continuaron en el negocio de la carne, siendo cortadores o tablajeros. A eso se dedicaron los bisabuelos de Caracol, José Juárez García y Dolores Monge, domiciliados en la calle Santos. También su hija Magdalena, quien se casó con un alicantino de Jijona, Manuel Bretón, enviudando muy pronto y regentando ella sola una tabla de carne en la calle Granada. Francisco Monge era también carnicero y tuvo un buen número de hijos con la malagueña Isabel Soto Fernández, entre ellos, Tomás Monge El Pata, conocido torero malagueño, y Francisco Monge El Guarrirro, casado con la bailaora Rita Ortega Feria, carnicero de jurdó y de mucha gracia. Tomás, el hijo pequeño de El Planeta, se quedó soltero y se dedicó a la comicidad como oficio, aunque no llegó muy lejos.
Principales editores del artículo
- Tiajuana (Discusión |contribuciones) [6]
- Carlosrs (Discusión |contribuciones) [1]