Conjunto Histórico de Rota

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El proceso de formación de la ciudad permite identificar suficientemente las estructuras arquitectónicas y la morfología urbana que aún pervive, representativa de la evolución de una ciudad medieval con ascendentes árabes. Todo ello, unido a la presencia de importantes edificios como el Castillo de Luna o la Iglesia de Nuestra Señora de la O, justifican suficientemente la declaración del núcleo como Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico.

Rota, por su estratégica situación en la bahía de Cádiz, su cercanía a Gades, y su riqueza agrícola, ha sido habitada a lo largo de toda su historia, como lo demuestran sus hallazgos arqueológicos. El núcleo urbano de Rota tiene su origen y seña de identidad en su localización y en el valor estratégico de su puerto, constatándose la existencia de pequeños asentamientos en las proximidades, de épocas fenicia, griega y romana. En el término municipal, donde hoy se sitúa la Base Naval, han aparecido vestigios de asentamientos humanos, principalmente de época romana, entre los que podemos distinguir un depósito de ánforas, un horno próximo y unos sepulcros.

La ciudad surge a partir de un fuerte de frontera, Rabeta Ruta y posterior Ribat, con connotaciones religiosas, formándose un núcleo a partir del Ribat en el siglo XII. En origen es una plaza fuerte costera de la que aún se conservan pequeños tramos de la cerca amurallada, aunque ha perdido la práctica totalidad de sus lienzos. Por su carácter marítimo, las murallas de Rota constituyen defensas contra el mar que crean un zócalo de protección sobre el que se asienta la ciudad.

Conquistada definitivamente por Alfonso X, la ciudad fue la sede de renombradas órdenes militares como la Orden de Santiago o la de Santa María de España. Sancho IV donó la Villa a los Pérez de Guzmán, primeros señores de Rota, que edificaron el Castillo de Luna posiblemente en el mismo solar donde estuvo el Ribat. De este período perduran restos de construcciones señoriales levantadas dentro del recinto amurallado de los que se conservan varios tramos y elementos.

La trama urbana de Rota es claramente medieval, con reminiscencias árabes. Las calles se van generando concéntricamente a partir del espacio central símbolo del poder que constituyó la plaza mayor, donde se encuentran los dos edificios más emblemáticos: el Castillo y la Iglesia Parroquial, en torno a los cuales y bajo la protección del recinto amurallado, se irán generando las casas de la nobleza, inicialmente las más cercanas a este centro político y social. A partir del recinto amurallado, el trazado urbano se ha desarrollado en torno a los caminos que partían de las tres puertas de tierra.

El resto del núcleo estaba constituido por un caserío modesto construido a partir del siglo XVIII, tras ser destruido el primitivo en el asalto anglo-holandés de 1702. Estaba habitado en origen por agricultores y pescadores, una vez que la nobleza y burguesía de la villa se desplazara desde mediados del siglo XVIII hacia la Puerta de la Villa y el arrabal surgido en su entorno, donde localizaron las Casas Señoriales de Rota.

La Iglesia y el Castillo generan una escenografía de gran potencia y valor ambiental que sorprende por situarse dentro de un entramado urbano y arquitectónico de extrema sencillez, que aparece tras cruzar la Puerta del Mar y penetrar en el primitivo recinto amurallado medieval. No obstante, en la fisonomía del conjunto destacan elementos singulares como una cerca de murallas, la Torre de la Almadraba, los Baluartes de la Concepción, de la O y de la Culebrina y las Baterías de Salazar y de la Veracruz.

La declaración como Conjunto Histórico se justifica principalmente en el proceso de formación del núcleo, que ha mantenido una coherencia en su desarrollo que permite identificar suficientemente la morfología urbana y unas estructuras arquitectónicas representativas de la evolución histórica, creando etapas bien diferenciadas. En su formación destaca la importancia de sus condiciones geográficas con la existencia de un puerto natural. A sus valores históricos se une una privilegiada situación estratégica en la Bahía de Cádiz, que permite una visualización armónica del conjunto desde el mar.

La delimitación que se propone para su declaración como Bien de Interés Cultural, se basa en la estructura urbana existente a comienzos del siglo XX, si bien algo más reducida por incluir únicamente la áreas en las que dicha uniformidad se ha mantenido, eliminándose las que han sufrido una alteración más profunda y que resultan difíciles de recuperar. Para ello se han considerado las zonas con características cronológicas y constructivas comunes, eliminando aquéllas en las que las sustituciones morfológicas han prevalecido frente a la arquitectura tradicional, que incluye el recinto medieval y la zona del casco antiguo más próxima. Coincide básicamente con los arrabales históricos y con la propuesta de delimitación ampliada en 1985.

En razón a las características del ámbito del Bien no se considera necesaria la delimitación de un entorno al mismo, por incluirse dentro de éste todos aquellos espacios, inmuebles y elementos definidores del Conjunto.


Referencia

Este artículo incorpora material del Decreto 229/2003, de 22 de julio, por el que se declara Bien de Interés Cultural, con la categoría de Conjunto Histórico, el sector delimitado de la población de Rota, en Cádiz, publicado en BOJA nº154 de 12 de agosto de 2003, que se encuentra en dominio público

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