Enrique Bonfante Jimenez "Enrique Butrón"

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Enrique Bonfante Jiménez “Enrique Butrón”, nació en Cádiz, el 10 de enero de 1878, en la calle Botica, 12, los padrinos de bautismo de Enrique Butrón fueron nada más y nada menos que Enrique Ortega Díaz el “Gordo Viejo” y su mujer, Carlota Feria, que era hermana del famoso cantaor Juan Feria y de la bailaora Rosario la Bonita, naturales de Villamartín, firmaron como testigos José Vara e Ildefonsa Fernández. Hijo del también cantaor Enrique Bonfante Arnate y de Rita Jiménez Fernández, una hermana mayor del patriarca del cante flamenco gaditano: Enrique “El Mellizo”. Enrique Butrón era hermano de la genial cantaora y bailaora Luisa Butrón. En 1883 murió la madre de Enrique a los cuarenta y dos años, cuando Enrique apenas tenía cinco años y su hermana Luisa ocho, había otros dos hermanos, Rosario y Gabriel, sobre los que no dispongo de información. En esta fecha, la familia se había mudado de nuevo dentro del mismo barrio de Santa María, en concreto a la calle Mirador, 8, casa que era el domicilio de su tío Enrique el Mellizo, cuya hija María Carlota Jiménez Ezpeleta nacería allí tres años más tarde, en 1886. Contrajo matrimonio el 25 de noviembre de 1908 con Carmen Morón López. Fue un excepcional cantaor de flamenco cuyo nombre y contribuciones a este arte permanecen indelebles en la memoria de los buenos aficionados a los cantes de Cádiz. Al contrario que su padre y que su hermana Luisa, Enrique Butrón nunca se dedicó profesionalmente al flamenco, sin embargo, en el barrio de Santa María todavía se lo recuerda como uno de los mejores cantaores gaditanos de todos los tiempos, especialmente por sus soleares y sus seguiriyas. Heredó la tradición cantaora del portuense Tomás el Nitri, que era amigo íntimo y paisano de su padre, y, sobre todo, de los cantes de su tío Enrique el Mellizo. El cante por alegrías de Cádiz de Enrique Butrón es el mismo que el de su padre Enrique Bonfante, que fue quien fijó definitivamente el canon de este palo, ralentizándolo para ser cantado independiente del baile. Para ello, contó con la inestimable ayuda de “El Mellizo” y del famoso cantaor y matarife Ignacio Ezpeleta, en cuyos estilos se inspiraron muchísimo todos los flamencos del barrio que vendrían posteriormente. Enrique Butrón murió en Cádiz el 5 de noviembre de 1929, en la misma casa donde nació, calle Botica, 12 de Cádiz

Enrique Bonfante Jiménez “Enrique Butrón”

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