Gazpacho de Alcalá

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El gazpacho de Alcalá de los Gazules, es el baile típico de la localidad, y que aparece documentado en unos papeles de la testamentaría del alcalaino don Juan de Villegas (siglo XIX ), cuyos datos copia el secretario del Ayuntamiento de Alcalá de los Gazules, don Baldomero Rodriguez de Silva en 1915.

Los papeles hacen referencia a un folleto anónimo editado en Sevilla en 1838, donde se recogía este baile y la descripción de su indumentaria:

  • Para los hombres: botas de becerro (borceuíes), pantalón de pana negra, chaleco negro de tela, faja roja o amarillo oro, pecherín de encaje, zamarra ( chaquetón) corta con mangas adornadas con ribetes negros, pañuelo anudado a la cabeza con moño al lado y catite.
  • Para las mujeres: zapatos altos, de medio tacón y tres botones al lado, en negro, medias negras listadas en colores, falda de raso de colores, chaqueta entallada de color granate con adornos de tul en cuello y mangas, y pañuelo de seda a la cabeza con nudo encimero en plomilla.

Los compases y el baile, así como la música y ritmo, se han conservado a juicio de los expertos que lo recuerdan. Hoy el baile lo puede hacer hasta doce personas en parejas y se acompañan de guitarra y cante por verdiales. Las letras más conocidas son de verso de ocho sílaba en cuartetas, que riman normalmente en asonante, el segundo con el cuarto y libres los otros, menos en la primera estrofa, que combinan el primero con el cuarto. Las clásicas estrofas rezan así:

El gazpacho de Alcalá

es del siglo XVIII

y a todo el mundo le gusta

cuando lo suele probar.

La que tenga un novio vizco

que desgraciada será,

que se cree que está guiñando

y nunca le dice ná.

Tres cosas al mismo tiempo

dicen que no pueden ser:

estar cantando y bailando

y al mismo tiempo querer.


Pueden seguir estrofas más o menos pícaras, y para terminar, siempre una despedida como por ejemplo:

Con éste y no canto más

porque me voy a dormir

que tengo la cama hecha

al lado del fogarín.

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