Monumento al Marqués de Comillas (Cádiz)

De Cadizpedia
Saltar a: navegación, buscar
Monumento al Marqués de Comillas, en la Alameda de Apodaca, de Cádiz.

El monumento al Marqués de Comillas, de Cádiz, se encuentra situado en la Alameda de Apodaca, de esta ciudad.

Historia

La primera piedra del monumento al Marqués de Comillas se colocó el 9 de octubre de 1919, gracias al producto de una suscripción popular a la que acudieron españoles y americanos.

Fue inaugurado el 12 de octubre de 1922, Día de la Hispanidad, asistiendo a este solemne acto S.A.R. el Infante de España Don Carlos de Borbón, que ostentaba la representación de S.M. el Rey; el Excmo. Sr. Don Tomás Montejo, Ministro de Instrucción Pública, en nombre del Gobierno; el Alcalde de Cádiz Don Francisco Clotet y Miranda y las demás autoridades locales, tanto civiles como militares.

Dando frente al monumento, se instaló un trono para la presidencia que constituía una verdadera obra decorativa. Estaba cubierto de ricas cortinas de terciopelo con flecos de oro y, a su alrededor, multitud de plantas de salón formaban preciosas combinaciones. Por todos aquellos parajes flameaban banderas nacionales con las iniciales de la Compañía Trasatlántica Española. Hasta el mismo momento de la inauguración, la efigie del homenajeado estuvo ocultada por un tapiz de grandes dimensiones, pintado por el artista gaditano Manuel Leal. En él se apreciaba a una mujer, personificación de Cádiz, mostrando en un mapa la ruta de América, admirándose también la nao "Marigalante" y los emblemas de las repúblicas sudamericanas.

Monumento

Este monumento, tallado en azulada piedra de Murcia, está colocado sobre amplia base de oscuro mármol de Figueras, que imagina muy lejanamente un barco de vela, destacando en sus costados los mascarones de popa y proa, ambos simétricos. Al frontal, en su planicie, un león abraza al cóndor, simbolizando la unión entre España y América. En el mismo sitio y con idéntico significado, hay un grupo antropomórfico formado por dos hermosas mujeres, una con el gorro frigio y otra con los atributos de la realeza. Debajo de las estatuas, cincelada en la propia piedra, se lee la frase que refleja el objeto de tal monumento:

HOMENAJE AL CONSTANTE PROPAGANDISTA DE LA VNION HISPANOAMERICANA

Más arriba se halla el busto del marqués, esculpido en mármol blanco de Carrara. Encima de él dice:

AL EXCMO. SR. DN. CLAUDIO LOPEZ BRU, MARQUES DE COMILLAS. 1922.

Por detrás, y también en el rellano, se encuentra sentada egregia matrona con un niño indio a su lado, de pie, alegoría del espíritu maternal de la nación Ibérica para con las tierras descubiertas. Consta de una columna central que tiene en sus flancos, de bronce, estos bajorrelieves:

  1. En el anverso, un medallón laureado con la cabeza de Cervantes, por ser el hombre que más contribuyó, con su palabra, a la formación de la raza iberoamericana.
  2. En el reverso, otro con la de Cristóbal Colón.
  3. A la derecha, sencilla placa con la carraca MARIGALANA, la mayor de las tres embarcaciones que llevó Colón y única que poseía cubierta, llamada igualmente "Marigalante" y "Santa María" y para el Gran Almirante "La Capitana". Con esta nave emprendió su segundo viaje, partiendo de Cádiz, el 25 de septiembre de 1493.
  4. A la izquierda, otra placa con el buque de la Trasatlántica CANTABRIA, primer vapor español que hizo el viaje entre España y América.

Modelados en lo más encumbrado de la columnata se distinguen los escudos de Cádiz, de la Academia Hispanoamericana de Ciencias y Artes, el Real de España y el del Marqués de Comillas. En su cúspide, de bronce, se remonta con majestuosidad el Genio del Cristianismo.

Este admirable conjunto, de una gran teatralidad en sus espléndidas figuras, es original del escultor barcelonés Antonio Parera y Saurina, al cuál se deben, asimismo, los monumentos al Sitio de Gerona, en Gerona y al Mariscal Sucre, en Venezuela.

En tiempos, en la trasera del monumento, permanecía abierta una pequeña cripta, con doble escalera descendente, en la que se tenía instalada una biblioteca popular. Actualmente está cerrada, de forma tan bien disimulada que ya ni se notan los restos de aquella.

Bibliografía

  • Manuel Guillén Rosón: Monumentos de Cádiz. Cádiz. 1960

Principales editores del artículo

Valora este artículo

3.6/5 (10 votos)