Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado (Cádiz)

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Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado, de Cádiz, conocido como de Medinaceli.

Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado de Cádiz es una imagen procesional perteneciente a la Hermandad del Medinaceli de esta ciudad.

Historia

Esta talla de Jesús cautivo fue encargada por el matrimonio gaditano Eladio Campe-Eloisa Martín al imaginero local Miguel Láinez Capote, quien la realiza a imagen y semejanza con el célebre Cristo de Medinaceli de Madrid, a partir de estampas y fotografías que se aportan para tal fin.

Esta fue su primera obra sobre una imagen de pasión, que quedó terminada a principios de febrero de 1938, siendo bendecida el día 27 de dicho mes.

Curiosamente la imagen no fue creada para procesionar; el matrimonio Campe-Martín lo encargó como una copia de la famosa talla existente en Madrid, que pensaban que había sido destruida en aquellos convulsos años de la Guerra Civil, y de la cual eran muy devotos.

Descripción

Se trata de una talla de cuerpo entero, que representa a Cristo atado de manos y ya con la corona de espinas sobre su cabeza.

Presenta un rostro muy moreno y tiene los brazos articulados. Su altura es de 1,68 metros; lleva pelo natural y viste túnica completa en color morado. Un cíngulo o cordón dorado le rodea el cuello y acaba anudándole las manos.

Sede

Se venera y recibe culto en la iglesia de Santa Cruz, antigua catedral de Cádiz, emplazada en el interior de su emblemático Barrio del Pópulo.

Salida procesional

Paso procesional de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli de Cádiz.

Realiza su salida procesional en la noche del Jueves Santo de la Semana Santa gaditana, acompañando a su Hermandad en estación de penitencia desde su sede hasta la santa iglesia catedral.

Procesiona sobre un paso realizado en plata de ley, marfil y maderas preciosas en algunas figuras, en un conjunto de corte renacentista y barroco. Ya en 1956 se comienza a plantear la creación de dicho paso de plata para este Cristo de Medinaceli, por lo que se pide a hermanos y devotos que contribuyan en lo posible para su realización, tanto con aportaciones económicas como con algunos objetos de plata.

El paso se encarga a los talleres del célebre orfebre Manuel Seco Velasco, y entre los años 1958 y 1964 se van estrenando distintas partes del mismo. Los faroles de plata, la crestería y los broches y cartelas fueron realizados en los talleres de Viuda de Villarreal.

Todo el trabajo está cincelado a mano, incluidas las cartelas, los relieves y las figuras de bulto redondo. Destacan en el paso las cuatro capillas, una en el centro de cada frente, donde se representan escenas religiosas de gran calidad.


Bibliografía

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