Parque Arqueológico de las Murallas Meriníes

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Ficha

Denominación del bien: Parque Arqueológico de las Murallas Meriníes.

Provincia: Cádiz.

Municipio: Algeciras.

Régimen de protección: B.I.C.

Estado administrativo: Inscrito.

Fecha de disposición: 25/06/1985.

Tipo de patrimonio: Inmueble.

Tipología jurídica: Monumento.

Boletín oficial: BOE (C.E) del 11 de diciembre de 1985.

Historia

Fue Portus Albus en tiempos de Roma; sus hornos de cerámica en El Rinconcillo atestiguan su existencia en el siglo I de nuestra era. Luego desapareció para renacer con nombre moro, el mismo que conserva: Al-Yazirat Al-Jadra (La Isla Verde), Algeciras, como hoy lo pronunciamos. Tarik puso pie en estas tierras en la primavera del 711; el conde Don Julián, el exarca bizantino de Ceuta, fue su primer gobernador. Luego surgió amurallada en la Villa Vieja, allí se levantó el alcázar y la hermosa mezquita que construyera Ben Jalid.

Torres y murallas bien almenadas defendieron la ciudad, a la que tiempo después se le añadió la Villa Nueva en el siglo XIII por orden de Yusuf. Aquí nació en 939 Almanzor, el gran capitán del ejército árabe, que llevaría la frontera musulmana hasta los Pirineos y vencería en cincuenta campañas seguidas sin perder ni una sola batalla.

Alfonso XI sitió la plaza en 1342, y, tras veinte meses de duro asedio, entró triunfalmente en Algeciras el día 28 de marzo de 1344, que era Domingo de Ramos. En recuerdo de esta festividad religiosa, mandó el Rey consagrar la mezquita de Santa María de la Palma. Más tarde el Papa Clemente VI concede una bula, mandando que esta iglesia sea tenida por catedral y se traslade a ella la de Cádiz.

Los reyes de España por su parte, conocedores de la importancia de esta conquista, unen su nombre a la corona, titulándose desde entonces, y ya para siempre, Reyes de Algeciras.Este debería haber sido el principio de su grandeza bajo las banderas de Castilla; pero no sucedió, sin embargo, así.

Transcurridos veinticinco años, nuevamente los moros, capitaneados por Mohamed V de Granada, sabiendo desguarnecida la ciudad, y en represalia por el asesinato de Don Pedro I, su aliado y amigo, atacan y ganan la plaza algecireña en 1369, y, pocos años después, pensando que no podrían retenerla en su poder, la incendian, la arrasan, no dejan piedra sobre piedra y luego la abandonan.

Conquistada más tarde Gibraltar en 1462, por Don Alonso de Arcos, alcaide de Tarifa, Enrique IV, reinante entonces, concedió diversos privilegios para estimular la repoblación de aquella plaza; uno de éstos fue la entrega a Gibraltar de los términos de Algeciras, para su reparto entre los nuevos habitantes de la Roca.

Descripción

Se sabe por el relato del asedio contenido en la Crónica de Alfonso XI que la muralla ya existía desde época islámica -antes de 1342- Ibn al-Jatib por su parte, mencionó en su relato de la conquista granadina de Algeciras -acontecida en 1369-, que las murallas habían sido reconstruidas. No es de extrañar que la fortificación necesitara una reparación si se atiende al relato del asedio mencionado anteriormente, según el cual la zona del foso era la parte más débil de la cerca y la que, en consecuencia, sufrió el mayor número de ataques castellanos.

A raíz de la cuarta intervención arqueológica que se llevó a cabo en una parcela del centro de Algeciras, se sostiene la existencia de dos fases constructivas en la erección de las murallas:

-Una primera en época islámica (1282). De las fuentes escritas se deduce la existencia de dos puertas en el recinto amurallado de al-Bunayya (Algeciras): una en el oteruelo (también llamado cabezuelo) y otra que se localizaba entre las villas de Algeciras y Tarifa. La primera tenía una función poliorcética evidente, pues sería a la vez salida del alcázar, donde a menudo se concentraba la tropa defensora durante el asedio de 1342-1344. Los planos de 1726 indican, además, que coincide con el extremo de un pequeño espolón topográfico (el oteruelo). Respecto a la otra se afirma que su ubicación se encontraba en el extremo norte de la ciudad, donde hoy se localiza el Patio del Coral.

-Otra posterior, castellana (1344-1369), a la que pertenecen la mayor parte de los restos conservados. A este segundo período se adscribirían cuatro grandes torres de sillería, un foso y la torre-puerta de Gibraltar. El uso de la sillería isódoma, algo más que anómalo en una fortificación meriní, responde a una participación de cristianos en su construcción, atestiguada por las marcas de cantero empleadas.

Referencias

Información procedente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de Algeciras.

http://www.algeciras.es

Localización

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