Ventorrillo El Chato (Cádiz)

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Típico restaurante gaditano, perteneciente al Grupo "El Faro de Cádiz", que está situado en la Vía Augusta Julia, pegado a la playa de Cortadura.

El Ventorrillo "El Chato" te envuelve nada más entrar con su historia popular. Si bien se puede ir simplemente a degustar un buen vino y una exquisita tapa, merece la pena traspasar la barra para adentrarse en los salones comedores decorados al más puro estilo andaluz, donde la picaresca y el deleite culinario se mezclan para hacerle pasar una velada inolvidable.

"El Chato" le ofrece la posibilidad de comer en sus amplios salones, aparte de sus dos comedores, cuenta con otro en el sótano, ese sótano que nos recuerda a aquel sitio francés, o en un pequeño salón para reuniones más íntimas

Localización


La Comida

Al frente de este irrepetible restaurante está José Manuel Córdoba Serrano, hijo del fundador de "El Faro" de Cádiz Gonzalo Córdoba, del que ha heredado, junto con su hermano Fernando, los conocimientos suficientes para, no sólo prolongar el éxito de la casa, sino para hacerlo aún mayor. José Manuel nos deleita con una cocina popular de Andalucía. Sus guisos, sus pescados llegados de los dos mares, sus suculentos postres, hacen guardar un grato recuerdo de su visita.

La cocina del ventorrillo es una cocina tradicional en la que no faltan los mejores productos que a diario se pueden conseguir en el mercado. Es una cocina amplia en argumentos, que ofrece una gran variedad: magníficas ensaladas para empezar, guisos típicos, pescados de la costa y carnes de la sierra.

Para terminar, no olvidemos dejar un hueco para el postre y una amplia gama de cartas de los mejores vinos de todas las Denominaciones de Origen de España.

Historia

El Ventorrillo "El Chato" fue construido en 1780, para alivio de caminantes, en el espigón polvoriento que unía Cádiz con la Isla.

Es la historia inconcreta, mezcla de datos y suposiciones, envuelta en una duda emocionante que nos hace buscar, en la cal de las paredes del sótano, las voces y las figuras de los que allí estuvieron cuando las tropas francesas, en 1812, sitiaban la ciudad y se instaló en la venta una batería de cañones para hostilizar el enemigo que disparaba desde el Trocadero.

Se dice que la venta fue fundada por autorización de Conde O´Reilly, por Chano García, a quien apodaban "El Chato" por causa de su gran nariz. Y cuentan también que en 1823, cuando las Cortes del Reino apresaron a Fernando VII en un encierro tan benigno que le permitía ir de aquí para allá a divertirse donde quisiera, el rey solía visitar el ventorro acompañado de un personaje llamado “Fray Manzanilla”. El “Fray” le venía de su apariencia de fraile, con el pelo cortado en redondo alrededor de la cabeza y una calva a modo de coronilla. Lo de “manzanilla”, claro está, por su afición a este vino. “Fray Manzanilla” se encargaba de buscar entre las mozas que bailaban en la venta las idóneas para divertir a El Deseado, a quien agradaba extraordinariamente el contoneo de las bailarinas gaditanas.

En 1945, el día 13 de febrero, la Comisión de Tipismo y Folklore Gaditano se reunió en “El Chato” para rendir homenaje a su presidente, José María Pemán, acordando “para hacer memoria de este suceso, poner en sus manos un ánfora conteniendo las esencias del folklore y tipismo de la Ciudad de Cádiz, que sirva como relicario de las más puras y genuinas tradiciones para que, depositándolas en la hornacina que entre sus gruesos e históricos muros se ha socavado, persistan en el correr de los tiempos y no falten en el pensamiento y en el animo de los buenos gaditanos... a fin de que todos los que quieran beber de su espíritu eterno y vigoroso, peregrinen a esta venta para sentir la llama ardiente del gaditanismo”.

El nuevo restaurante se inaguró el 8 de mayo de 1993, después de someter a una profunda rehabilitación al antiguo Ventorrillo.

Bibliografía

  • Guía Michelín. 2005.
  • Guía Normon del Viajero. 2006.

Fuentes

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