Hermandad de Medinaceli (Barbate)

Jesús de Medinaceli, de Barbate, en su paso procesional.

Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado (Vulgo de Medinaceli) y María Santísima de la Trinidad de Barbate, popularmente conocida como Hermandad de Medinaceli.

Contenido

1 Datos de interés
2 Titulares
3 Estación de Penitencia e itinerario
- 3.1 Itinerario
4 Galería fotográfica
5 Vídeos
6 Referencia

Datos de interés

Año de fundación: 1950.
Cristo de Medinaceli: representa con su Cristo de tez morena, el camino que recorrió Jesucristo en su visita a Poncio Pilatos.
María Santísima de la Trinidad: simboliza el Milagro Trinitario de María, de ahí su nombre.
Túnicas de nazareno: En su recorrido el Cristo va escoltado por penitentes con túnicas moradas, cíngulos dorados, antifaz blanco y botonadura negra. Para la Virgen las túnicas son blancas, cíngulo, antifaz y capa azul.

Titulares

La imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado (Cristo de Medinaceli) data del año 1949, y es obra del imaginero gaditano Miguel Láinez Capote:

El silencio que reinaba en este amplio templo de San Paulino, mientras observaba al Señor de Medinaceli, me facilitó la evocación de escenas de mi niñez. Y recordé aquel humilde taller de la calle de la Rosa, en Cádiz, impregnado en olores de pinturas, betún judaico, cola y resina, donde veía cómo mi tio-abuelo, Miguel Láinez, iba dando vida con sus gubias sobre la madera, a tantas imágenes benditas que, como vuestro Cristo, salieron de sus manos, comprendí que, por encima de mi condición de pregonero, estaba la de ser sobrino – nieto de Miguel y tenía la obligación de aceptar de pleno este compromiso, sellado telefónicamente semanas antes, como homenaje a su persona y agradecimiento a esta Hermandad, por seguir manteniendo al culto público, una imagen por él concebida^[1]

María Santísima de la Trinidad, de Barbate, procesionando por las calles de su localidad.

La imagen de la María Santísima de la Trinidad es también de obra de Láinez, de 1973, aunque debido a la severa restauración que sufrió cinco años más tarde, en 1978, la imagen puede considerarse obra de su restaurador, Francisco Buiza Fernández.