Historia de Algodonales

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Los primeros recuerdos de Algodonales datan del Neolítico, como se manifiesta a través de los yacimientos de la cueva Chamusquina, Castillejo y Cueva Santa.

Abundan por otra parte vestigios íberos y romanos en lo que fue una ciudad de cierta importancia en la época de colonización latina. Un punto capital en cuanto a hallazgos de todo tipo es el Cerro de la Botinera, en el que además de infinidad de útiles, cerámicas, esculturas y monedas, se halló un enterramiento romano. Otros cerros comparten las glorias del pasado, Camarena y Tesorillo, y algunos cortijos como el del Alamillo y el de las Columnas.

Tras la etapa de poder visigodo ocupan las tierras andaluzas los árabes de Tarik, Bajo el dominio árabe, esta población fue dependiente de su vecina Zahara de la Sierra.

El origen de la población, sin embargo, se puede vincular a la política de repoblación de las tierras reconquistadas a principios del siglo XVI. El reparto de la tierra que proclama hacia 1520 la familia ducal de Arcos, los Ponce de León, marca el origen de la colonización de Algodonales, que en 1566 pasa a ser aldea y obtiene una bula del papa para construir una iglesia consagrada a Santa Ana. Gracias a su resistencia contra las tropas napoleónicas se le da independencia del municipio de Zahara en 1817. Recibe entonces el título de ciudad y extensos territorios, que incluyen la Sierra de Lijar.


Documentos para su historia

ALGODONALES: Villa con ayuntamiento de la provincia de Cádiz (20 leguas), partido judicial de Olvera (3), administración de rentas de Jerez (12), audiencia territorial, capitanía general y diócesis de Sevilla (13).

SITUACIÓN Y CLIMA. Hállese en una llanura a la falda de la elevada y famosa sierra de Lijar que la liberta del sol en la estación del estío desde las 4 y ½ de la tarde: la combaten los vientos del S., SO., O. y algunas veces el de levante: el clima es muy templado, benigno y saludable, y la población está resguardada de los aires del N. por la indicada sierra, vestida toda de arbustos, encinas y pastos, en la cual nacen 12 fuentes perennes de agua dulce, llamadas la Higuera, Algarrobo, Alta, Higuereta, Cabera, Muela, Víboras y otras muchas pequeñas: las 5 primeras dan impulso a varios molinos harineros, y surten al vecindario, por hallarse algunas dentro de la villa. Únese a la sierra de Lijar una loma también de bastante altura, cubierta de viñedos y olivos, y ambas forman un gracioso valle de figura cuadrilonga, con un poco de declive hacía la loma de tierra llamada Dehesa Vieja: el suelo es tan pintoresco que la más acabada descripción no sería bastante a esplicar el conjunto de bellezas que ofrece la naturaleza en aquel sitio.

INTERIOR DE LA POBLACIÓN Y SUS AFUERAS. Tiene 1.020 casas entre ellas la consistorial en regular estado, cárcel estrecha e insegura, escuela de instrucción primaria para niños (114) dotada con 2.200 rs. anuales de los fondos de propios, otra de niñas (40) con 1.000 rs., suntuosa iglesia parroquia de 2º ascenso dedicada a Santa Ana; una ermita (Nuestra Señora de la Concepción) dentro del pueblo, edificada a espensas de los fieles; y otra situada a la entrada del SO. bajo la advocación de Jesús Nazareno: en las 3 iglesias se celebran los oficios divinos, y tienen para su servicio, un cura, un teniente, 6 presbíteros, un sacristán nombrado por este, un crucero y 2 acólitos. Estramuros hay un convento llamado del Juncal, fundado en 1601; perteneció a la orden de Carmelitas calzados, y en el día no tiene destino. Las casas y demás edificios citados distribuidos en calles interpoladas con huertas productivas de ricas y abundantísimas frutas de toda clase, regadas con grandes acequias de saludables aguas, que hacen necesarias en algunas calles alcantarillas al frente de cada casa para su entrada. A pesar de la magnitud de dichas acequias para el movimiento de los molinos, riego de tanto terreno y otros consumos, sobre una tercera parte de agua que no tiene destino alguno, tocándose la ventaja de que esta humedad no produce enfermedades de ninguna clase, pues las que se esperimenta son comunes en cualquiera país. Es digno de notarse sobre este particular, que aunque las epidemias que en el presente siglo han hecho muchas víctimas en todos los pueblos vecinos, en Algodonales no se ha presentado un solo caso, siendo casi su frecuente comunicación con aquellos le esponia a sufrir a la vez los terribles estragos de la enfermedad epidémica.

TERMINO. Confina por NE. con Olvera; E. con el Gastor; S. con Zahara, y NO. con Villamartin, Puerto-Serrano y Morón (éste último de la provincia de Sevilla): en el se encuentra la aldea de la Muela con 70 vecinos, correspondiente a esta villa, en lo civil y en lo eclesiástico a la de Zahara; la venta de las Eras Viejas, y otros caseríos poco notables: comprende 22.214 ¾ fanegas de tierra regularmente fértil, de las cuales 432 que son de riego, están plantadas de diferentes árboles frutales, 1.500 de olivar, 150 de viñedo, 4.000 de labor, 12.132 ¾ de pastos y monte y 4.000 de sierra inútil. Cruza el término el río Guadalete, formando un semicírculo hacía la población a distancia de menos de ¼ de legua; sus márgenes, cubiertas de huertas de regadío contrastan graciosamente con los olivares de la parte de la villa, y con los montes altos y bajos del lado opuesto, y sus aguas son de grande utilidad para los ganados. Se unen a este río después de juntarse con un grande arroyo llamado el Batan, las aguas sobrantes de las acequias de la villa, y otros dos arroyos de menor cuantía: de modo que estas corrientes, alternando con las alturas, y con las hondonadas que el terreno ofrece, forman una perspectiva agradable y magestuosa. Esta abundancia de aguas hace que las haya también ferruginosas, a propósito para la curación de ciertas enfermedades; y aun se encuentran dos manantiales sulfúricos, que si se cuidaran, podrían formarse en ellos baños capaces de contener muchas personas: el uno está situado en la dehesa de Serrillar y el otro en la de la Nava, ambas de propiedad de la casa de Arcos. Analizadas éstas aguas por algunos facultativos curiosos, todos han sido de dictamen que sus propiedades físicas las hacen en general de tan buenos resultados en su aplicación como las de Ardales (Véase), y aun superiores para ciertas enfermedades. Es pues, por todos títulos muy ventajosa la situación de esta villa, que ocupa el punto divisorio de la sierra y la campiña, y el centro de muchas poblaciones y en ella, por la bondad de su clima, por las muchas aguas, por la facilidad de adquirir primeras materias y de esportarlas, después de darles nueva forma, podían establecerse fabricas con éxito casi seguro, si fuesen capitales de fuera aprovecharse de estas ventajas con que brinda la naturaleza, y que no pueden utilizar los moradores, pobres labriegos, sin fondos para esta clase de especulaciones. Las labores del campo se hacen con cuatro yuntas de ganado mular y 200 de vacuno.

CAMINOS.- CORREOS. Tanto el camino que de Málaga, por Ronda y esta villa, dirige a Sevilla y Cádiz, como los demás que facilitan la comunicación con los pueblos inmediatos, se hallan en malísimo estado.

La CORRESPONDENCIA se recibe de la caja de Ronda, por balijero, los martes y viernes, y se despacha los lunes y jueves de cada semana.

PRODUCCIONES. Trigo y toda clase de semillas; aceite, vino, muchas frutas, verduras y legumbres; ganado de todas clases, en especial vacuno, cabrío y lanar; caza de conejos y perdices, abundante pesca. La cosecha de aceite, tan estimado en los mercados de los puertos y que por lo regular se paga una peseta más en arroba , por esceder en buena calidad a todo lo que se coge en España, podría aumentarse considerablemente, si la dehesa de Madrigueras, propia de la casa de Arcos, se cediese por esta a censo enfitéutico a los vecinos, por réditos, aunque fuesen mayores que la renta que hoy satisfacen. Situada esta dehesa muy próxima a la población, y conteniendo más de 3.000 fanegas a la cuerda, la más a propósito para olivos y viñedo, rinde ahora escasos productos, que se multiplicarían estraordinariamente si los moradores de Algodonales viesen satisfechos sus deseos en la parte que hemos indicado.

INDUSTRIA Y COMERCIO. La agricultura es la principal ocupación: hay sin embargo 9 molinos harineros, 7 de ellos con 8 paradas, impulsados con el agua de las fuentes; ocho de aceite; cuatro fábricas de jabón blando; algunos telares de lino, y mucha fabricación de esparto: el comercio está reducido a la grande estracción de frutas y aceite, e importación de géneros para vestir.

POBLACIÓN, RIQUEZA Y CONTRIBUCIONES: 903 vecinos, 3.338 habitantes: CAPITAL PRODUCTOS: 5.524,840 rs. :IMPONIBLE: 281,067 rs. 20 mrs. : Contribución: 90.452 rs. 3 mrs.

EL PRESUPUESTO MUNICIPAL asciende a 40.000 rs., y se cubre con la producción del fondo común. HISTORIA. Fue edificada esta población a fines del siglo XVI, siendo pueblo de la villa de Zahara. En 1º de mayo de 1810, se vió atacada por una división francesa al mando del general Maranci, compuesta de 7.000 hombres, en la cual se hallaban los regimientos números 3, 13 y 43. Los habitantes se opusieron a su entrada, y sin contar mas que con sus propias fuerzas y heroísmo, hicieron una tenaz resistencia hasta la mañana del día 2. Había sufrido ya la división del general francés 1.500 bajas, sin haber podido conseguir posesionarse de ningún punto de defensa: animado este general de sentimientos de humanidad, y respetando tanto valor, intento evitar el recurso del incendio, proponiendo una capitulación honrosa: ya se hallaba casi generalmente firmada en las distintas manzanas de casas que se habían fortificado, cuando recibió un tiro mortal uno de los gefes más apreciados de sus tropas, y al instante el fuego, el degüello y el saco se derramaron por todas partes. En premio del valor y civismo que probó el pueblo en esta época, y reconocimiento a su desgracia, le fue hecha merced, en 1817, del título de villazgo, y término de 23.000 fanegas de término, a la cuerda, inclusa la sierra de Lijar y jurisdicción sobre el mismo término; y en el sitio llamado Reyerta donde se ejerce mancomunadamente por las villas de Grazalema, Villaluenga, Benaocaz, Ubrique, Zahara antigua matriz de Algodonales y la nueva del Gastor cuyas siete villas disfrutan igualmente en unión sus pastos.
Pascual Madoz, Algonales en el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar


Tambien oi contar en la misma sazon a un hidalgo anciano de aquella villa (Zahara), un coloquio, que avia passado entre una muger de cien años, y uno de los señores Duques de Arcos, que siendo moço avia ydo a holgarse, y entretenerse al sitio de los Algodonales; y diziendole, que en el mismo sitio, aun vivia una vieja, que avia conocido, y visto al Marques de Cadiz, aun antes que se ganara Ronda, donde toda via estavan los Moros: el Duque con la curiosidad de ver muger tan anciana, y que le podia dar nuevas de conocimiento de tan valeroso Cavallero, y su ascendiente, fue a las casas, donde estava, porque ella estava ya ciega, y apenas podia andar: y aviendo llegado a la parte donde estava, le dixeron, que alli estava el señor Duque de Arcos su señor, y el Duque la saludo lo qual respondio la buena vieja: Seais bien venido señor Duque, y reprehendiendola los circunstantes, que no hablasse de aquella manera, el Duque los reprehendio a ellos, diziendo, que mas estimava aquel vos de aquella vieja, que la excelencia, que todos le llamavan. Preguntole, si avia conocido al Marques de Cadiz don Rodrigo Ponce de Leon, y dixo que si, y le avia visto muchas vezes: y diziendole, que dixesse lo que del se le acordava, dixo, que aviendo Moros en la ciudad de Ronda, y siendo ella çagaleja, vino a aquel sitio con cinquenta Cavalleros, todos sus lanças y adargas, como si vivieran a pelear; y que el dia que alli llegaron era Domingo: y despues de everles dicho Missa su Capellan, que consigo traia, preguntó, que si avia algo que comer; alo qual, los que alli se hallavan, que moravan el sitio, dixeron, que no avia cosa ninguna para su Señoria: repreguntoles el Marques, si avia por alli cerca algun ganado del termino de Ronda, y diziendole, que alli cerca andava ganado de los Moros, el Marques y los suyos subieron a cavallo, y de a poco bolvieron con un toro que avian muerto; el qual despues de desollado, y hecho pieças, lo mando asar, y del comieron todos: y aviendo sesteado todos sobre sus adargas debaxo de los arboles, que alli avia, a la tarde se avian buelto a yr. Fuele de mucho gusto al Duque la relación, y el modo con que la buena vieja la hizo; porque diziendo, que el Marques, u los suyos avian comido aquella carne de toro assada, añadia ella: No como vos ahora señor Duque, que comeis buenas gallinas; y diziendo, que avian sesteado sobre las adargas, dezia: No como ahora señor Duque, que vos dormis entre sabanas de Olanda. Lo qual no solo llevava mal el Duque, mas antes admirava la excelente virtud de su bisabuelo, y de aquellos Cavalleros, que le acompañavan.

Rodrigo Caro, año 1634


Siguiendo con el plan trazado que nos propusimos al realizar estas excursiones, hechas sin el ánimo de descubrir la provincia, sino con la idea de dar a conocer la importancia de sus pueblos, sus necesidades y todo lo que en su favor podía realizarse, fue nuestra idea la de visitar a Algodonales. En el molestísimo coche correo, salimos de Villamartin a las cuatro de la madrugada, para llegar a Algodonales a las nueve de la mañana. Es decir, cinco horas nada menos de torturas y vaivenes para recorrer 23 kilómetros. ¡No es poco! Al contemplar esta lindísima villa, dimos por bien empleadas las horas y las molestias del viaje. Este pueblo resulta pintoresco y alegre; aparece rodeado de frondosas huertas, que deben ser una preciosidad en la primavera, cuando sus numerosos frutales ostentan en toda su pujanza el verdor de sus hojas. Como en todo el interior de la provincia, por la falta de vías de comunicación, todo el importante comercio de Algodonales se hace con Sevilla, no [...], con copiosísimas fuentes de excelentes aguas dentro de la población. También se ha construido un lavadero público, que presta grandes servicios y es de utilidad suma para el vecindario. En la plaza principal del pueblo hay un bonito paseo perfectamente cuidado con asientos de hierro. Goza el pueblo de un buen alumbrado eléctrico y cuenta con importantes círculos de recreo, La Peña y El Liberal, con elegante exorno en sus salones que se ven por las noches, especialmente, muy concurridos. En el Circulo Liberal hay un gran salón de actos, pintado con mucho gusto y con grandes divanes. En el estrado se encuentran los retratos de los Sres. Moret, Toro, Colunga y otros personajes del partido. El jefe liberal de Algodonales, nuestro querido amigo Don Manuel Domínguez, que es popularísimo en el pueblo donde todos le quieren y le respetan, estuvo deferentísimo con nosotros, obsequiándonos con la mayor esplendidez y acompañándonos en la rápida visita que hicimos a la villa. Estuvimos en la iglesia parroquial bajo la advocación de Santa Ana, de excelente arquitectura y que fue construida por los duques de Osuna, en los días de esplendor y gloria de la afamada casa nobiliaria. Cuenta también Algodonales con dos pequeñas iglesias o ermitas. El Ayuntamiento tiene bien atendido el importante ramo de Beneficencia, pues costea dos médicos titulares, además como facultativo particular está en el pueblo don Santiago Dantoni, vicepresidente del comité liberal, persona de gran prestigio e influencia. Tiene Algodonales también, dos bien surtidas farmacias. Su comercio e industria están a gran altura y podría cuadruplicarse si los medios de comunicación fueran más rápidos. Para Sevilla y Campo de Gibraltar exporta anualmente, como término medio, unas cien mil arrobas de aceite. Hay una gran fábrica de harina, montada con arreglo a los mas modernos sistemas, habiendo además varios molinos harineros, dentro y fuera de la población. En esta hay dos grandes molinos aceiteros, movidos a vapor y ocho más de más antiguos procedimientos. De otro género de fábricas hay una de gaseosas y agua de Seltz y una muy bien montada por cierto, para la extracción del aceite de orujo. La aldea de la Muela, aldea anexa a Algodonales, situada en la falda opuesta de la Sierra de Lijar, es preciosa, ofreciendo el más pintoresco panorama. Encuéntrase muy bien representada la instrucción primaria; pues hay dos escuelas públicas de niños y otra de niñas, así como un colegio particular. Uno de los productos que mas fama dan a Algodonales y es objeto de alguna exportación, lo constituyen las frutas, que gozan de verdadero renombre; pero la dificultad de las comunicaciones hace que esto venga decayendo día por día, siendo imposible casi resistir la competencia que hacen las frutas de Aragón y Valencia, que las llevan a Sevilla por ferrocarril, con gran baratura de los precios, habiendo mermado de manera extraordinaria el negocio. Antes, a fines del siglo XVIII era Algodonales dependiente de la villa de Zahara, pero muy pronto, por su situación topográfica, por la real importancia que iba adquiriendo el pueblo, aumentando su importancia y su riqueza adquirió la personalidad propia que (...) ostenta. “........mamente curioso y poco con.....origen del escudo de armas que Algodonales ostenta. Cuando la guerra de la Independencia, resistió heroicamente la invasión francesa. Un ilustre patriota llamado Romero que vivía con dos hijas suyas, hizo desde su casa una defensa desesperada, ayudándole las jóvenes a cargar los fusiles, con los que hacía incesante fuego contra el invasor. Estrechando hasta el último instante y viendo que el enemigo continuaba avanzando y que toda resistencia era inútil, émulo de los héroes de Sagunto y de Numancia, incendió su casa pereciendo en las llamas con sus dos hijas. Como recuerdo a tan memorable hazaña, se otorgó a la villa el escudo que hoy ostenta y que consiste en una casa ardiendo, a la cual rodean las letras P.L.I.N., que significan: "Por la Independencia nacional". Con verdadero sentimiento abandoné Algodonales donde cuento con tantos amigos y desde estas columnas reiteramos nuestra gratitud al digno jefe liberal de aquella villa D. Manuel Domínguez

Excursiones por la provincia. Año 1909

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