Liviana
Es un cante que, hoy día, cuenta con escasísimos intérpretes.
En lo antiguo, no se sabe a ciencia cierta si la liviana fue la toná liviana incluida por Juanelo en la clasificación que suministró a Demófilo o si hubo un cante propio bajo el nombre de liviana que se cantaba entreverado con las tonás, del mismo estilo y expresión musical que éstas, pero más corto y de aire más leve.
Se dice que el niño de la Matrona cantaba una liviana del estilo de la toná, pero de letra breve y de menos profundidad expresiva. He aquí esa letra:
"Si no es verdad que Dios me mande la muerte si me la quiere mandar."
Las livianas que actualmente se cantan ofrecen diversas formas. Una, que las convierte en cante campero, muy semejante a la serrana, pero en tono menor, y que suele ejecutarse como entrada de ésta.
Otra forma sigue la línea gitana y asume resonancias de siguiriya.
Pero nada se sabe de cierto sobre la relación entre las livianas actuales y la posible liviana antigua.
A continuación una copla de liviana campera del repertorio de Fosforito II:
"Toy haciendo un camino pa ir a la sierra, de canelita fina pa mi morena. Lo que la quiero, que yo por su querer de pena muero."
Y ahora una liviana gitana de Antonio Mairena:
"A la orilla de un río yo me voy solo, y aumento la corriente con lo que lloro, Y si me vieras, lástima te causara, dolor te diera. Dice mi compañera que no la quiero y al mirarla a la cara el sentío pierdo."
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