Murallas Medievales (Cádiz)

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Aunque tradicionalmente se atribuye la construcción del perímetro murado medieval de Cádiz a la iniciativa de Alfonso X el Sabio, recientes investigaciones permiten situar su origen en la época almohade. La labor del rey sabio pudo limitarse a la reconstrucción de la fábrica existente, que tuvo otras reformas posteriores durante el siglo XV, bajo el señoría de los Ponce de León. En la actualidad sólo se conservan algunos restos visibles, aunque se trata de estructuras fragmentarias, que impiden conocer toda su fisonomía original. Sin embargo, existen tres importantes documentos gráficos que nos permiten acercarnos a su aspecto:

  1. Un dibujo fechado en 1513.
  2. Un dibujo realizado por van den Wyngaerde, en 1567.
  3. Una planta de la zona, ejecutada en 1595.

En todos se aprecia que se tratab de un conjunto defensivo, resuelto mediante un muro almenado en el que se intercalaban cubos de base cuadrada y mayor altura.

Sus límites son las calles de San Juan de Dios, Campo del Sur y Pelota, y la Plaza de la Catedral.

Descripción

Estado actual de la muralla medieval en lo que fue el castillo de la Villa.

Aunque, como dije anteriormente, queden pocos restos, con los documentos que he mencionado, más las reseñas dadas por algunos autores podemos hacernos una idea de como era la primitiva muralla.

Fray Gerónimo de la Concepción asegura que era de mampostería y coronada de almenas y torres. Fray Pedro de Abréu, en 1597 afirmaba que es antigua, fuerte, con sus torres a trechos y bien fabricada.

Su altura no era constante, ni tampoco su espesor, como puede aún apreciarse en los lienzos que restan. De los cubos, amén de los de las puertas muy disimuladas ya, se conserva uno con su almenara en el Ayuntamiento, sin que se pueda apreciar desde la calle.

En las murallas se utilizó sillería en las puertas y en las zonas inferiores de los lienzos y torreones, y seguramente en algunos ángulos que necesitaban un mayor refuerzo. El resto debió ser de cal y canto puesto a mano.

Todos los torreones son de planta cuadrada o rectangular y están rematados con almenas acabadas en pináculos. Según se puede apreciar en un documento impreso fechado en 1513, en el que se aprecia una vista panorámica de Cádiz, dibujada con tinta sepia sobre papel, localizado actualmente en el Archivo General de Simancas, donde podemos apreciar el Castillo de la Villa y las Murallas, podemos contar hasta 13 torreones, a lo largo de toda la muralla. Para facilitar su estudio, vamos a numerarlos del 1 al 13, partiendo del situado junto al Castillo.

Del torreón 1 y del 2 hay restos claramente descubiertos en los derribos realizados en la calle de San Juan de Dios.

El torreón nº 4 parece ser un torreón especial, que tenía cinco almenas, que surge entre el Ayuntamiento y el Hospital de San Juan de Dios. Estas almenas se corresponden a una torre que está entre dos lienzos de muralla y, además, recibe otro ercero perpendicularmente.

El nº 5 es una torre albarrana que con el tiempo serviría de torre al Ayuntamiento a partir del siglo XVI hasta el XIX.

El 6 y 7, de planta cuadrada, son los que flanquean la puerta de la Villa o del Pópulo.

Los torreones 10 y 11 tienen alturas diferentes. Tiene una parte fuera y otra en el interior de las murallas. Estarían junto a la puerta de Poniente o de la Rosa.

Todos los torreones están rematados por una imposta o, quizás, pudiera ser el parapeto sobre el que descansan las almenas.

Sus almenas eran del tipo corriente en Andalucía (Alcázar de Sevilla, Castillo de Tarifa, etc.) y su gran altura (unos 16 m sobre la calle) demuestra que por esta parte, el N.E., como frente de tierra, mirando a la goleta o istmo, existiría algún mayor macizo y fortaleza en la castramentación originaria.

Alrededor, y por dentro, tendría la muralla el consabido camino de ronda, que la aislaría e las edificaciones del recinto, pero los arrimos, consentidos por el Ayuntamiento, fueron ahogándola interior y exteriormente de tal modo, que ya Abréu se dolía al expresar...y a estar esta cerca limpia y sola de casas y edificios que se le han arrimado, pudiera ser de mucha importancia para esta ocasión. El último censo que se otorgó por arrimo, seguramente por estar ya toda la muralla recubierta, fue hacia 1655.

En realidad, la parte sur carecía de muralla, pues la mar, por este lado, estaba tan baja y era tan filo el cantil, que venía a ser difícilmente expugnable. Así lo confirma Agustín de Horzco: no se le haciendo ni poniendo ninguno (lienzo), por allí sobre la playa muy alto tan a peña que aquello bastaba.

Las tres puertas que daban acceso a la Villa subsisten aún. Estas puertas conservaron sus rastrillos hasta bien entrado el siglo XVII, que se aprovecharon para hacer el del Castillo de la Caleta de Santa Catalina. Aún se pueden apreciar en las del Pópulo los enormes boquetes para la madre del gozne. Al crecer la ciudad y quedar estas puertas como simples pasadizos abovedados, fueron denominados arcos, como se las conoce hoy. Son tres:

  1. Arco de la Rosa.
  2. Arco de los Blanco o de los Blancos.
  3. Arco del Pópulo.

Galería de imágenes

Bibliografía

  • Lorenzo Alonso de la Sierra. Juan Alonso de la Sierra. Pablo Pomar Rodil. Miguel Ángel Mariscal: Guía artística de Cádiz y su provincia (I). Cádiz y Jerez. Fundación José Manuel Lara.
  • Julio F. Guillén: El Cádiz de Jorge Juan. Cádiz. 1985
  • Javier de Navascués y de Palacio: Cádiz a través de 1513 (Apuntes para su arquitectura y urbanismo desde el siglo XIII). Sevilla. 1996.

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