Soleá
Cante gitano y grande, cuyo nombre parece que proviene del de una mujer que surge en varias de sus antiguas coplas:
"¡Ay, Soleá, Soleá, Soleá del alma mía, ya no te vuelvo a ver más!
Otra hipótesis, menos fundamentada, supone ese nombre derivado de "soledad".
La aparición de la soleá como cante flamenco debió de ocurrir a principios del siglo XIX, y su origen, según opinión de diversos autores, está en el baile cantado de compás ternario llamado "jaleo" y que se practicaba en Cádiz y Jerez desde tiempo atrás.
La soleá es uno de los cantes básicos. El otro es la siguiriya .
Puede decirse que la soleá es la forma perfecta del cante flamenco, en prodigioso equilibrio de belleza y hondura. Su son es de muy justa medida, que podría cifrarse del siguiente modo:
1-2-3(4-5)6(7)8(9)10
Entendiéndose que los números entre paréntesis corresponden a vacíos en el golpe o la palma.
La copla de la soleá es la estrofa octosilábica de cuatro o de tres versos, llamándose, en lo antiguo, esta última, tercerilla. Pero además hay la soleariya, también de tres versos, pero con el primero de ellos con tres sílabas solamente o alguna más.
El tema de estas coplas suele ser melancólico, generalmente sentencioso, pero no faltan las alegres:
"Diez años después de muerto y de gusanos comío letreros tendrán mis huesos del tiempo que te he querío.
Los ojos de mi morena se parecen a mis males: negros como mis fatigas, grandes como mis pesares.
Los dos por un caminito: tú a mi vera, yo a tu lao; yo cantándote bajito, y tú, el pelo alborotao."
De tres versos:
"Voy como si fuera preso: detrás camina mi sombra, delante mi pensamiento.
Traigo lirios, traigo dalias, traigo las morimoñitas las más bonitas de España."
Y la celebérrima de Manuel Machado:
"Tu calle ya no es tu calle: que es una calle cualquiera camino de cualquier parte."
La soleá, nacida en las tierras de andalucía baja, entre la sierra y la mar, alcanza a obtener varias modalidades expresivas que creadas por grandes cantaores quedaron naturalizadas en las localidades de éstos. Y así han surgido la soleá de Cádiz, la soleá de Jerez, la soleá de Alcalá, la soleá de Utrera o la soleá de Triana.
La soleá tiene otras variantes: la soleá apolá, con tercios afines a los del polo, y la soleá petenera, que acoge rasgos y giros de la petenera.
El plural de soleá es soleares.
Principales editores del artículo
- Javier krahe (Discusión |contribuciones) [1]
- Pilarr (Discusión |contribuciones) [1]