Teatro Romano de Cádiz
Contenido
El Teatro Romano de Cádiz (aunque habría que decir mejor de Gades) se “redescubrió” en el año 1980 cuando se estaban desmantelando los talleres de fundición de “Vigorito”. Hasta entonces había permanecido oculto, ya que Cádiz, al tener falta de suelo, hay que pensar que cada pueblo que se asentaba construía encima de lo anteriormente construido.
Así, el teatro fue abandonado en el siglo III d. de JC. Sobre sus ruinas los árabes edificaron construcciones hasta que en el siglo XIII el rey Alfonso X “el Sabio” la reconquista trazando sobre él parte de la ciudad medieval.
Se sabe que en los siglos XVI y XVII siguió funcionando, aunque no como teatro. Hoy en día, hay edificios modernos como la guardería municipal que linda con el teatro, edificios que componen el barrio del Pópulo, junto con los restos que quedan de la ciudad medieval impiden el que se pueda excavar el teatro en su totalidad.
El Teatro de Cádiz tiene ciertas características, que lo diferencian del resto de teatros romanos hallados hasta la fecha, como son:
- Es de los teatros más grandes. El diámetro de su cavea[1] es de 118 metros, y su aforo sería alrededor de unos 10.000 espectadores, bastantes si tenemos en cuenta que su población rondaría los 50.000 habitantes.
- Es el teatro más antiguo entre los conocidos hasta ahora de la Península.
- Es de los pocos edificios públicos de la Hispania Romana a los cuales personajes tan relevantes como Cicerón o el historiador griego Estrabón lo mencionan en sus obras. El mismo Cicerón comenta que en el teatro de Gades se representó una obra escrita por el mismo Balbo, el menor, fundador de la Neápolis, la ciudad nueva y que el actor que lo representó era tan feo y lo hizo tan mal que Balbo lo mandó ejecutar.
Centro de interpretación del Teatro romano de Cádiz
Desde 2015 existe el Centro de interpretación del Teatro. Esta infraestructura ofrece una visión completa del yacimiento y del contexto histórico del mismo. Durante el recorrido por este centro se descubren las singularidades del Teatro a raíz de la génesis histórica de su construcción, las similitudes y diferencias con otros teatros romanos conocidos, el análisis de las diferentes partes que lo constituyen, las particularidades de su decoración arquitectónica, los materiales empleados en su construcción, etcétera.
Se organiza mediante una serie de maquetas, imágenes, planos, material arqueológico y otros elementos a lo largo de cinco salas. El recorrido expositivo concluye con la proyección de un didáctico audiovisual destinado a todo tipo de público, que junto a la información resumida del teatro ofrece una recreación virtual del edificio tal como fue en sus orígenes, así como su funcionalidad, su papel dentro de la ciudad romana, sus artífices y, en definitiva, su importancia en el contexto de una ciudad de más de tres mil años de antigüedad.
El horario del centro de interpretación es el siguiente:
- Invierno (del 1 de octubre al 31 de marzo): de 10:00 a 16:30, de lunes a sábados. Los domingos 10:00 a 14:00.
- Verano (del 1 abril al 30 septiembre): de 11:00 a 17:00, de lunes a sábado. Los domingos de 10:00 a 14:00.
Cerrado el primer lunes de cada mes y los festivos, excepto si coinciden en fin de semana, días en los que el centro permanecerá abierto.
Se pueden reservar visitas concertadas para grupos en el tlf. 677982945
Historia
Cuenta Estrabón que los gaditanos en un principio vivían en una ciudad muy pequeña; "más Bálbos el Gaditanós, que alcanzó los honores del triunfo, levantóles otra que llaman Nueva; de ambas surgió Didym, cuyo perímetro, aunque no pasa de veinte stadios, es lo suficientemente grande para no sentirse agobiada de espacio". Y así se inició la construcción de la Neápolis y la de un teatro que, actualmente, está considerado como el más antiguo y de mayores dimensiones de Hispania, después del de Córdoba. Todo un ejemplo del esplendor que vivió Gades en la Antigüedad clásica.
El edificio se abandonó a finales del siglo III y fue saqueado a partir de la centuria siguiente, aunque en época tardorromana, islámica y cristiano-medieval, los restos de su estructura fueron utilizados como almacenes, cuadras, parte de viviendas, etc.
El Teatro Romano de Cádiz surgió "dentro de los planes urbanísticos de una familia gaditana, los Balbo, en su intención de dotar a su ciudad de importantes edificios públicos, a imitación de su capital, Roma", cuenta el arqueólogo Ángel Muñoz Vicente. Los Balbo proyectaron ampliar el antiguo asentamiento fenicio construyendo otro nuevo junto a él. Este núcleo urbanístico es conocido como Neápolis, y de él se conocen, además del teatro, numerosos restos urbanos excavados en los últimos años. "Igualmente tenemos noticias de la existencia de otro importante edificio público, el anfiteatro, en el barrio adyacente al Pópulo, el de Santa María, en las cercanías de las actuales Puertas de Tierra", apunta Muñoz, para quien el Teatro Romano es "uno de los pocos edificios antiguos de nuestra Península que cuenta con referencias directas de los autores importantes de la época. Así, Cicerón, refiriéndose al mandato político de Balbo en Cádiz, alude a ciertos usos del edificio por este personaje en beneficio propio".
Si los restos del anfiteatro fueron visibles al menos hasta el siglo XVI –su perímetro aparece representado en un grabado de esa época de Antón de las Viñas– el Teatro, por el contrario, estaba ya cubierto, o sus estructuras reutilizadas e integradas en la villa medieval erigida por Alfonso X en el siglo XIII.
Del teatro no se sabía nada fuera de los textos clásicos, entre los cuales algunos indicios señalan que ya en el año 44 a.C. se habían representado allí obras de teatro como "Iter", una autobiografía de Lucio Cornelio Balbo "El Menor", para conmemorar su elección como magistrado local y en la que narraba su intervención en las guerras civiles; crónicas posteriores relatan que el propio autor lloró al contemplar la representación y recordar a Julio César, que había sido asesinado sólo unos meses antes. También se habla del teatro en las "Cartas a familiares" de Cicerón (43 a.C.) Asinio Polión, en carta a Cicerón afirma que, en los juegos organizados por Balbo en Gades, había en el teatro catorce filas de asientos reservadas a los caballeros.
Y aunque desde el siglo XVIII existen referencias a subterráneos en la zona –sin duda relacionadas con algunas de las galerías del monumento, y que hablan de pozos que permiten acceder a una rotonda con asientos de mármol– hubo que esperar hasta octubre de 1980 para que, de una manera inesperada y casual, afloraran los restos del Teatro.
A principios del siglo XX, el obispo cedió temporalmente a Rafael Manzano el patio de la Catedral Vieja, que ya sólo era una explanada llena de escombros, para que allí construyera un barco (el vapor "Covadonga"). Luego del "Covadonga" decidió comprar el solar prestado y en él montó una fundición. En 1950 la empresa Manzano se une con la empresa Vigorito (de antiguos italianos afincados en Cádiz) y reservan la instalación para almacenar hierro y suministros marítimos; la gente la conocía como "Almacenes Vigorito". Así estaban las cosas hasta que en 1979 se produjo un pavoroso incendio en los almacenes Vigorito.
En 1980 los sondeos arqueológicos encargados por el Ministerio de Cultura al entonces director del Museo de Cádiz, Ángel Muñoz Vicente, para delimitar la zona de expropiación para descubrir la alcazaba medieval deparara el hallazgo del monumento romano. Posteriores sondeos permitieron localizar las gradas superiores, y, poco a poco, se excavó un tramo de la galería y del graderío.
Hoy, del Teatro Romano perduran un buen número de filas de gradas de la summa cavea y la mayoría de las correspondientes a la media cavea, y se han documentado las gradas inferiores y parte de la orchestra. Hormigón romano, mortero de cal con piedras y un revestimiento de cal son los materiales con los que se construyó el monumento.
Ángel Muñoz indica que el sector superior de la summa cavea ha desaparecido tanto por la utilización de sus materiales para construir inmueble en la época medieval como por la propia acción del mar. Pero junto a este sector socavado se ha conservado "excepcionalmente", dentro de otras construcciones, un tramo de muro curvo que corresponde a la fachada trasera del Teatro, "así como parte del entramado que sostendría el graderío y el inicio de un pasillo o deambulatorio tras la fachada".
Entre esta zona y la primera línea de gradas conservadas se observa también una hilada de sillares de piedra ostionera "que quizás corresponda a la pared lateral de mayor radio de una galería superior, perdida en su mayor parte al arrancar la misma desde la cota de suelo que hoy pisamos". Por el oeste, el graderío se adentra bajo el ábside de la Catedral Vieja, la Casa de Contaduría eclesiástica, la Posada del Mesón y la Casa de Estopiñán, que conserva restos en la planta baja. Y por el extremo oriental el graderío entra bajo la Guardería Municipal y, por consiguiente, bajo los cimientos del castillo medieval.
Otro sondeo permitió en 1999 comprobar la existencia de otra bóveda paralela a la documentada en Estopiñán y permitía establecer la orientación del monumento y su diámetro: 120 metros.
Para Muñoz, el futuro del Teatro "pasaría por un replanteamiento de la ordenación urbanística actual de un grupo de inmuebles de escaso o nulo valor arquitectónico e histórico" del siglo XIX, "cuyo derribo permitiría sacar a la luz el resto del edificio, pudiéndose visualizar totalmente la 'orchestra', el resto del graderío y la 'scaena' del Teatro más antiguo y el segundo más grande de Hispania".
En enero de 2019 se produce uno de los hallazgos más interesantes de los últimos años: el del "aditus", una entrada o pasillo “que comunicaba el exterior con la zona de la orchestra, y que era por donde accedía la gente más importante, como los magistrados, que se sentaban cerca de la escena, en la proedria”, según explica el arqueólogo que dirigía entonces la excavación, Juan de Dios Borrego. También salió entonces a la luz un tramo del "frons pulputi", el muro que salva el desnivel entre la "orchestra" y el entarimado del escenario. Y como novedad, apareció además una necrópolis de finales del siglo IV de nuestra era con ocho tumbas, todas ellas vacías. [2].
Tras un laborioso proceso de restauración y acondicionamiento actualmente el edificio está perfectamente acondicionado para visitas, constituyendo un ejemplo significativo de integración de restos arqueológicos en la trama urbana de la ciudad de Cádiz.
Descripción
El teatro de Gades, al ser muy antiguo, conserva muchas características de los teatros griegos, aunque con adaptaciones hechas por los romanos. Como era corriente hacer por ellos, se utilizó un desnivel del propio terreno para apoyar en la roca gran parte del graderío, que era de hormigón. Las técnicas constructivas son las características de la etapa republicana, sobre todo usaban el hormigón (opus caementicium), mortero de cal, cascotes y arena que era más resistente y salía más económico que la cantería tradicional.
Todo el graderío en la zona superior e intermedia iba cubierta con un revoco de cal y cerámica triturada, y la zona más cercana a la orchestra llevaba sillares.
Todos los teatros romanos eran en realidad una representación de la sociedad romana y sus clases sociales bien diferenciadas y separadas por pasillos llamados euripos.
- El graderío está construido en forma de herradura, de semicircunferencia para conseguir la acústica deseada. Está orientado al Norte, hacia el mar divisándose desde las caveas superiores toda la Bahía de Gades.
- El muro exterior, además de para cerrar el edificio, se utilizaba como hoy día hacemos para colocar los anuncios de los espectáculos que se iban a ofrecer mediante rótulos pintados sobre el propio muro.
- El porticus era la zona más alejada del escenario, se colocaría aquí la plebe más humilde (sin toga), las mujeres y los niños que no tuvieran educadores privados. A continuación los esclavos siempre de pie, salvo que sobraran asientos reservados a personas libres.
- Summa cavea, donde se sentarían los libertos.
- Media cavea, donde se colocaría el público en general, los ciudadanos, los huéspedes, funcionarios públicos...
- La ima cavea es la zona del graderío más cercana al escenario, más privilegiada por tanto y destinada a las autoridades y personas importantes de la ciudad de la aristocracia. Existía una ley que obligaba a reservar las primeras 14 filas a los equites, sector importante que tenían el poder económico en sus manos. En este caso, de Gades se menciona que había 500 équites [3] lo que da idea de la importancia económica que tendría la ciudad entonces. También podemos apreciar desde aquí las huellas de los velarium, que eran grandes toldos sostenidos por postes de madera para proteger al público del sol además de funcionar como elemento para potenciar la acústica del teatro.
- Orchestra. Es la zona semicircular entre el graderío y el escenario. Mientras que en el teatro griego esta zona era de gran utilidad, en el teatro romano se reservaba para los senadores. Estos asientos separados del resto del pueblo estarían señalados para los cargos a los que estaban reservados.
- Podium. Plataforma donde actuaban los actores.
- Scaena. Portada de dos pisos generalmente, adornado con columnas y estatuas de los emperadores que cerraba el frente del teatro. Solían tener pantallas giratorias para cambiar de decorado y plataformas móviles que trasladaban a los actores a través de la escena o de arriba abajo para representar a los dioses. Utilizaban recursos escénicos como barriles llenos de piedras.
Técnica constructiva
La excavación sólo ha dejado al descubierto una porción del edificio (parte media del graderío y la galería que discurre bajo él) pero por ella podemos hacernos una idea aproximada de sus características. Se levantó aprovechando parcialmente la pendiente del terreno para apoyar sobre ella el graderío. Las ruinas de la escena y el pórtico que se abriría tras la orchestra permanecen sepultadas bajo el caserío del barrio del Pópulo.
Las técnicas constructivas son características de la etapa republicana; sobre la mampostería y el aparejo isodomo (sillares puestos en hiladas iguales) predomina el hormigón, "opus caementicium", mortero de cal, cascotes y arena, de gran plasticidad, resistencia, y sin el costo ni la complejidad de la cantería tradicional. Con él se modeló todo el graderío, que en la zona intermedia y superior iba cubierto con un leve revoco de cal y cerámica triturada, "opus signinum", mientras que en la más cercana a la "orchestra" llevaba un forro de sillares.
Presenta rasgos muy antiguos, con graderío en forma de semicircunferencia prolongada como una herradura, asientos distribuidos radialmente en varios sectores y perfil parabólico en la sección de las gradas para conseguir la acústica adecuada. Disposición similar tienen algunos teatros helenísticos tardíos, cuyos paralelos más cercanos se localizan en el sur de la península itálica y Sicilia.
Estructuras
Entrando en las ruinas, vemos que la mayor parte de la summa cavea desapareció por la reutilización de las piedras en edificaciones medievales pero se ha conservado un tramo de muro curvo (muy alterado por sucesivas reformas) que corresponde a la fachada; también se ve una parte de un pasillo situado tras la fachada.
Entre esta zona y la primera línea de gradas hay una fila de sillares que pudieron ser de la pared lateral de una galería superior.
A la izquierda las gradas se meten bajo la Catedral Vieja y por la derecha se meten bajo la Guardería Municipal.
El graderío, o cavea, aparece dividido en tres sectores. La summa cavea podría estar basada sobre muros anulares y radiales y constituida por un armazón de vigas de madera, quizás cubierta con un toldo o velarium apoyado en postes de madera, cuyos hoyos cuadrados de anclaje aparecen en las gradas. Perdura la mayoría de las filas correspondientes a la media cavea y se han documentado las gradas inferiores y parte de la orchestra; los dos sectores inferiores, apoyados sobre galerías abovedadas, se encuentran en muy buen estado de conservación.
Una zanja abierta en el eje del teatro permite observar una pequeña superficie de la zona inmediata a la "orchestra", que estaba separada del graderío por amplio pasillo y antepecho, del que únicamente se conserva el arranque de una de las lajas de piedra que lo conformaban. También se pueden observar los sillares originales que formaban la galería en esta zona y el arranque de la escalera central.
La Galería
Otro importante sector excavado es un amplio tramo de la galería que canalizaba la circulación de espectadores para acceder desde el exterior a los asientos de la zona media del graderío, el cual en parte descansa sobre ella. Es de amplias dimensiones y se cubre con una bóveda anular de medio punto o de cañón. Al igual que en el exterior el material más utilizado es el hormigón.
Para construirla fue necesario recortar previamente la roca natural y luego, con sillares perfectamente labrados en la misma piedra, se levantó el muro externo, mientras en la parte inmediata al terreno natural se hizo un muro de hormigón de la misma altura. Sobre ambos se dispuso un molde de madera, o encofrado, para formar la bóveda también con hormigón.
En el muro exterior se abren los vanos (o "vomitoria") que comunican con el graderío y lucernarios para iluminar el espacio de la galería. De los seis accesos al graderío que había se han localizado cuatro. En los accesos observamos huellas de una reforma que debió realizarse cuando el edifico aún estaba en construcción.
El diseño original disponía una serie de escalones para salvar el desnivel existente entre la galería y el graderío, pero, por causas desconocidas, posiblemente problemas en la evacuación de las aguas pluviales, hubo que elevar el pavimento de la galería y en consecuencia anular parte de los escalones cubriéndolos con una rampa de sillería para salvar el nuevo desnivel.
En las zonas donde se ha destruido la rampa podemos observar que algunos escalones quedaron incluso sin terminar de tallar, labor que debía realizarse una vez colocados. Otros, que sí están acabados, no presentan el desgaste lógico provocado por el uso. Como consecuencia de esas transformaciones fue necesario transformar también la zona superior de los vomitorios.
Esta galería permanecía casi completamente anegada hasta hace poco, ya que en ella desembocaba una antigua cloaca.
Decoración
El que era el mayor teatro romano de Hispania debió tener, pese a ser el más antiguo también, una decoración acorde con sus dimensiones. En el Museo de Cádiz se conserva un trozo de cornisa de mármol con delicados adornos vegetales. Otro elemento decorativo rescatado es un fragmento de estatua representando una figura masculina. Es curiosa un decoración a base de dos figuras de conejos en actitud de comer hojas y frutas.
Pero lo verdaderamente curioso es que, durante una de las fases de excavación (y en niveles romanos) se encontraron restos cerámicos de un plato conteniendo conchas de caracoles terrestres y huesos de conejo doméstico; verdaderamente los gaditanos tenían entre sus bocados favoritos el "conejo con caracoles" y le homenajeaban elevándolo a motivo decorativo del propio teatro.
Tras la excavación ha quedado vacante una multitud de piezas que esperan el día en que puedan ser combinadas como las de un puzzle para ser montadas y reproducir algunos trozos del viejo teatro, en lo que se ha sacado hasta ahora. Para sacar el resto del edificio y ver toda la orchestra, todo el graderío y la scaena del teatro más antiguo y el segundo más grande de Hispania habría que derribar las construcciones decimonónicas que tienen poco valor histórico pero, eso sí, gran valor económico.
Localización
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Notas
Referencias
- ↑ Cada una de las dos zonas en que se dividía la gradería de los teatros y de los circos romanos.
- ↑ Descubren el 'aditus' o la puerta principal del Teatro Romano de Cádiz. Virginia León, Diario de Cádiz, 21 de enero de 2019.
- ↑ Ciudadano romano perteneciente a una clase intermedia entre los patricios y los plebeyos, y que servía en el Ejército a caballo.
Enlaces
- Galería fotográfica del Teatro Romano
Bibliografía
-ALARCÓN, F. J. (2011): “Excavación de “pozos de observación” en el Centro de Interpretación del teatro romano de Cádiz”, en Bernal, D. y Arévalo, A. (eds.): El Theatrum Balbi de Gades, Cádiz, 141-154.
BERNAL, D.; ARÉVALO, A.; BUSTAMANTE, M. Y SÁNCHEZ, V. (2013): “Del teatro romano de Cádiz.Contextos cerámicos asociados a las fases constructivas y reformas del teatro”. Actas del I Congreso Internacional de la SECAH. pp. 953‐967 https://www.academia.edu/8127310/Del_teatro_romano_de_Cádiz._Contextos_cerámicos_asociados_a_las_fases_constructivas_y_de_reforma_del_edificio
-BORREGO, J. D. (2011): “La configuración arquitectónica del teatro romano de Cádiz. Nuevas perspectivas”, en Bernal, D. y Arévalo, A. (eds.): El Theatrum Balbi de Gades, Cádiz, 171-226. https://www.academia.edu/1068650/La_configuración_arquitectónica_del_Teatro_Romano_de_Cádiz._Nuevas_Perspectivas
-CORZO, R. (1989): “El Teatro Romano de Cádiz”. Homenaje al Profesor Antonio Blanco Freijeiro. Madrid. pp. 187‐213
-CORZO, R. (2007): “Escenarios de la Bética”, Escenarios de España, Madrid, 86-107.
-VENTURA, A. y BORREGO, J. D. (2011): “Notae lapicidinarum lunensium, damnatio memoriae y graffito maldicente en una inscripción del teatrom romano de Gades”, en Bernal, D. y Arévalo, A. (eds.): El Theatrum Balbi de Gades, Cádiz, 227-256. https://www.academia.edu/1065912/Balbo_ladrón
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