Arco de medio punto
Se denomina arco de medio punto al que, apoyado sobre sus dos puntos extremos, toma la forma de media circunferencia.
Este tipo de arco es característico de la arquitectura romana, que lo difundió a lo largo de los muchos países por donde pasó en su expansión territorial y cultural. Es de fácil ejecución y muy apto para salvar distancias considerables (en huecos de fachadas, puentes, etc.).
Su aplicación fue sistemáticamente repetida posteriormente en las arquitecturas románica, renacentista, barroca o neoclásica, entre otras.
El arco de medio punto es el elemento de base para el desarrollo de la "arquitectura abovedada" y para la aplicación del elemento modular más reconocible de ésta, la bóveda de cañón, que resulta de un imaginario desplazamiento del arco de medio punto a lo largo de un eje longitudinal.
Existen distintas variantes del arco de medio punto, algo menos frecuentes en su uso, de los cuales se citan a continuación algunos de los más conocidos:
El arco peraltado, que es el arco de medio punto cuyo centro se encuentra en una línea por encima de los puntos de apoyo, resultando entre éstos y los arranques del arco pequeños tramos rectos verticales. Este arco es más esbelto que el anterior, pues muestra la semicircunferencia completa a veces muy por encima de los puntos de arranque.
El arco rebajado, que es un trozo de arco de medio punto cuyo centro se encuentra por debajo de los puntos de apoyo, apareciendo un arco como "aplastado". Este arco es menor que una semicircunferencia y arranca en sus apoyos con ángulos agudos.
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