Facultad de Medicina (Cádiz)

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La Facultad de Medicina de Cádiz se encuentra situada en la plaza de Fragela, en el casco histórico de la ciudad de Cádiz.

Historia

Su origen está en el Real Colegio de Cirugía de la Armada fundado por Pedro Virgili y Juan Lacomba en noviembre de 1748. Ya antes, Lacomba -un francés cirujano mayor de la Armada cuyo nombre era Jean La Combe-, había fundado el Anfiteatro Anatómico y la Escuela de Practicantes de Cirugía de la Armada.

El edificio que Virgili inauguró en 1750 y sucesivamente ampliado durante el siglo XIX, fue derribado en la segunda mitad del siglo XX, empezando a utilizarse el actual en octubre de 1972.

En 1990 las enseñanzas clínicas se iniciaron en los Hospitales vinculados de la Seguridad Social, conservándose las básicas y resto de instalaciones, administrativas, aulas, laboratorios, etc. en la sede primitiva.

Antecedentes

Ya en el siglo XVIII, una nueva dinastía inicia su presencia en España, los Borbones, que traen en diversos campos de la Cultura, aspectos renovadores. En 1711 es destinado a Cádiz un Cirujano Mayor de la Armada, de origen francés, Jean La Combe (castellanizado Juan Lacomba). Desde los primeros instantes se percata de la baja formación que existe en la Cirugía y la Medicina españolas (dos profesiones distintas, por entonces), por lo que se propone mejorar su nivel. Como Cirujano Mayor de la Armada, es también Director del Hospital Real de Cádiz, encomendado a la Marina, y cuyo edificio –recientemente objeto de discutida restauración– se conserva junto a la actual Facultad.

Protegido por preclaros Ministros como José Patiño o Zenón de Somodevilla (primer Marqués de la Ensenada) va a conseguir crear dentro de dicho Hospital en 1728 un Anfiteatro Anatómico y una Escuela de Practicantes de Cirugía de la Armada, como primeros hitos para conseguir una mejor formación de los profesionales a sus órdenes; así como otras aportaciones, tales como una nuevas Ordenanzas para los Cirujanos Navales. En el sitio de Gibraltar (1725) se atrae al Cirujano Mayor del Ejército Pedro Virgili, tarraconés, consiguiendo entre ambos la creación en Cádiz de la institución que está llamada a renovar los saberes médico–quirúrgicos españoles, el “Real Colegio de Cirugía de la Armada”, en noviembre de 1748, que andando los años, en 1791, va a conseguir lo que desde el primer momento pretende sin decirlo, la unión en una sola carrera, en una misma persona, de las dos profesiones: la Medicina y la Cirugía, lo cual se difunde primeramente a Montpellier y luego a toda Europa.

El prestigio es inmediato pero Lacomba no lo verá: fallece en diciembre de 1748. Virgili, por su parte se atrae a los mejores profesionales para la formación de los alumnos y conseguirá enviar a los mejores colegiales a formarse con los profesores y a los centros de mayor nivel del momento (Francia, Holanda e Italia), para que luego se reintegren como Maestros al Colegio y escriban libros novedosos –y prestigiosos– sobre materias médicas y paramédicas. Resultado: el mayor nivel de la Medicina Española durante la Ilustración se adquiere en Cádiz.

Una visión general nos muestra que los estudios teórico–prácticos se realizan en seis años de carrera internos en el colegio-hospital, más dos años prácticos embarcados; se instauran asignaturas nuevas en España, como Física Experimental, Química, Enfermedades profesionales (castrenses y de los Navegantes) etc. Se cuidan con especial predilección la biblioteca, el jardín botánico, los laboratorios, etc.; se someten a los alumnos a una severa disciplina (suspender por segunda vez una asignatura significaba la expulsión del Colegio), y a un horario de estudio obligado, para lo que se les paga y por ello se les exige, etc..

El prestigio del Colegio hace que se creen otros similares en Barcelona y Madrid, por profesores y discípulos de aquí. De nuestro Colegio proceden muchos de los nombres más destacados de la medicina española de la Ilustración y del Romanticismo, como Francisco Canivell y Vila, José Celestino Mutis, Juan de Navas, Miguel Arricruz, Francisco Villaverde, Juan Manuel Aréjula, Ignacio Lacaba, Francisco Ameller, Antonio de Gimbernat, Casimiro Gómez Ortega, Pedro María González, Francisco Flores Moreno, Antonio Rancé, José Benjumeda, Francisco Javier Laso de la Vega (introductor en España de la auscultación mediata y la mentalidad anatomoclínica), Antonio de Gracia (introductor del “signo químico”), Manuel José de Porto (autor del primer tratado español de Anatomía Patológica), etc.

En 1843 se suprimen los Reales Colegios y se transforman en "Facultades de Ciencias Médicas", aunque el de Cádiz se aboca a la desaparición, pero sus fuerzas vivas –comercio y municipio a la cabeza– consiguen su reapertura en 1844 y al año siguiente se transforma en “Facultad de Medicina” de la Universidad Literaria de Sevilla en Cádiz. Como Decano se confirma al último Director de Colegio, D. José Benjumeda, Catedrático de Anatomía.

En resumen, el bosquejo de la gestación de nuestra Facultad de Medicina pasa por distintas etapas, aunque merece la pena resumir cómo ha transcurrido su devenir diacrónico, desde Colegio de Practicantes de la Armada (1728), Real Colegio de Cirugía (1748), Real Colegio de Medicina y Cirugía (1791), Escuela Especial de Ciencias de Curar (1821), otra vez Real Colegio de Medicina y Cirugía (1823) y Colegio Nacional de Medicina y Cirugía (1836), hasta su supresión en octubre de 1843.

Por R. O. del 17 de julio de 1844 se constituye la Facultad de Ciencias Médicas de Cádiz. Finalmente, el 8 de octubre de 1845 se reorganiza, según R. O. del 26 de septiembre, transformándose en la Facultad de Medicina de la Universidad Literaria de Sevilla en Cádiz, a la que estará vinculada, primero como única Facultad de Medicina de dicha Universidad, hasta que se crea la de Sevilla en el Sexenio Revolucionario -de la mano de discípulos de la gaditana-, conviviendo luego dentro de la misma Universidad con la de aquella Ciudad -hecho insólito- hasta separarse en 1979 los Centros gaditanos de la Universidad de Sevilla para constituir la Universidad de Cádiz, dentro de la que obviamente la Facultad de Medicina ocupa, por su antigüedad, el primer puesto, de ahí el color amarillo de la bandera de esta Universidad.

En general, la de Cádiz (junto con las de Madrid y Barcelona) será “Facultad de Primera Clase”, sobre todo desde 1850; las Facultades de Granada, Santiago, Salamanca y Valencia, suspendidas en 1843, sólo podrán dar enseñanza para “Médicos de Segunda Clase” tras su restauración promediado el siglo. La de Sevilla no existió de hecho hasta 1917, en que por Real Cédula de 23 de mayo pasa a “Facultad estatal” la que había sido desde 1902 “Facultad provincial”, heredera de la “Escuela Libre de Medicina y Cirugía de Sevilla”, fundada por la Junta Revolucionaria de aquella Ciudad en octubre de 1868 a petición del gaditano de nacimiento y formación, Federico Rubio y Galí, apoyado por el también hijo de la Escuela Gaditana, Antonio Machado y Núñez, que a la sazón era Rector de la Universidad Hispalense, como Catedrático de “Historia Natural” de su Facultad de Ciencias, en aquellos instantes y que también se había formado en el Real Colegio de Cádiz, donde previamente fue Catedrático de “Química Médica” en su “Facultad de Ciencias Médicas” durante el Curso 1844‑1845.

En el período decimonónico de la Facultad no existieron alumnos internos ni tenía el Hospital a su disposición, puesto que de Marina pasó al Ejército, como Hospital Militar, quien cedió la sala alta de éste, aunque reducida, a la Diputación Provincial de Cádiz como Hospital Provincial y Clínico de la Facultad de Medicina. A pesar de la decadencia que conllevaron tales modificaciones, no fue obstáculo para que entre sus muros se creasen instituciones novedosas e importantes, como la Sociedad Médico-Quirúrgica (posterior Real Academia de Medicina), llegando incluso a albergar una Facultad Libre de Farmacia (1871-1875), o se formasen alumnos del renombre de Juan Ceballos, Federico Rubio, Cayetano del Toro, Rafael Ariza, Pascual Tomás Hontañón, Manuel Benjumeda y Fernández, Benito Alcina y Rancé, Enrique Alcina y Quesada, Manuel José de Porto (autor del primer tratado español de Anatomía Patológica) etc.

El prestigio del Real Colegio estuvo principalmente –entre otras cosas- en contar con un Hospital a su disposición; su falta durante el Siglo XIX se notó en la Facultad, cosa que quiso solventar un mecenas gaditano José Moreno de Mora construyendo a sus expensas en 1903 un Hospital que, regentado por la Diputación Provincial, funcionó como Hospital Clínico de la Facultad de Medicina, que hizo posible la creación de las clínicas de especialidades como Oftalmología (Manuel Díaz Rocafull), Otorrinolaringología (Juan Portela), Psiquiatría y Pediatría (Ramón Ventín), etc.

Por las aulas de la Facultad pasaron profesionales de prestigio que crearon y difundieron Escuela y contribuyeron a un decoroso nivel de su alumnado; muestra de ellos son: Alejandro San Martín, José Gómez Ocaña, Pedro Ramón y Cajal, Ángel Ferrer y Cajigal, Luís Urtubey, Leonardo Rodrigo Lavín, Manuel Díaz Rubio, Miguel Carmena, José Cabré Piera, Pedro Ara Sarriá, Francisco Orts Llorca, Antonio López Rodríguez o Antonio Orozco Acuaviva.

El edificio que Virgili inauguró en 1750 y sucesivamente ampliado durante el siglo XIX, fue derribado en la segunda mitad del XX, empezando a utilizarse el actual en octubre de 1972, con el drago ancestral, simbólico y tradicional en su jardín, aunque abatido la madrugada del 7 de marzo de 1991, fue sustituido cinco años después por otro regalado por los antiguos alumnos canarios y transportado desde las Islas, como también lo fuera el anterior en el siglo XVIII para regalo a Virgili, tradicionalmente cuidado por la familia Ghersi.

En 1990, cerrado el Hospital de Mora y desaparecidas las consultas del edificio de Policlínicos de la Facultad de Medicina (anejo al Hospital desde 1967), las enseñanzas clínicas se iniciaron en los Hospitales vinculados de la Seguridad Social: los Hospitales Universitarios de Puerto Real y Puerta del Mar, de Cádiz y, últimamente, el del S. A. S. de Jerez de la Frontera, conservándose las básicas y resto de instalaciones, administrativas, aulas, laboratorios, etc. en la sede primitiva.

Bibliografía

  • Juan Rafael Cabrera Alonso: Historia de la Facultad de Medicina de Cádiz

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