Lonja de Pescado (Barbate)

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La Lonja de Pescado de Barbate, obra de Casto Fernández-Shaw de 1943.

La Lonja de Pescado de Barbate es un edificio singular del movimiento racionalista, que se encuentra situado en esta ciudad, al pie del muelle del río de su mismo nombre.

Historia

En el año 1940 se redacta el proyecto para la construcción de esta antigua Lonja de Pescado de Barbate, diseñada por el arquitecto Casto Fernández-Shaw.

Su realización se llevó a cabo por la Agrupación de Puertos Cádiz-Huelva, organismo dependiente del Ministerio de Obras Públicas, bajo dirección del propio arquitecto Fernández-Shaw, quedando las obras acabadas en el año 1943.

No obstante, en 1968 la actividad de subasta del pescado de Barbate se trasladó a la nueva lonja del puerto de La Albufera, quedando entonces sin uso esta construcción, y en un estado de abandono que el edificio quedó casi en la ruina.

Sería en el año 2006 cuando, por su relevancia arquitectónica, se comenzó su rehabilitación, así como por el alto valor simbólico que la antigua Lonja tiene para el municipio. En 2011 quedó acabada su reconstrucción, siendo utilizado desde entonces como Centro de Interpretación para proporcionar dinamismo cultural, social y económico a la población de Barbate.

Lonja

El edificio se levanta en el mismo lugar donde estaba emplazada la antigua lonja, respetando su diseño original en uno de los márgenes del río Barbate, cerca de su desembocadura.

La planta baja conserva los espacios diáfanos que serían útiles para su nueva finalidad como museo, y presenta los arcos por los que se descargaba el pescado.

En la primera planta destaca una amplia terraza con vistas al río y, junto a una especia de puente de mando, se ha acondicionado un espacio para un restaurante concebido como escuela de hostelería y turismo.

Una escalera de caracol accede a un mirador.

Valores arquitectónicos

El edificio se erige en la localidad como un moderno hito que marca la entrada maritimo-fluvial a Barbate. Formalmente rotunda y contundente, su composición es racional y limpia: un cuerpo cilíndrico, con marcadas referencias náuticas se prolonga en una nave rectangular que se abre al muelle paralelamente a éste, en un amplio porche cubierto por una lámina de hormigón armado que descansa sobre pórticos de igual material. La composición resultante es muy horizontal, con una ruptura puntual mediante la creación de un hito a modo de faro, dispuesto tangencialmente al círculo de cabeza.

Se trata de un edificio de traza racionalista, al que se debe una de las construcciones pioneras de tal corriente en nuestro país. Por sus cualidades arquitectónicas la Lonja se erigió en uno de los inmuebles representativos del movimiento moderno en España, de ahí que la organización internacional DOCOMOMO la incluyera en su registro ibérico, publicado en el año 1996.

Bibliografía

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