Plaza del Cabildo (Arcos de la Frontera)

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La plaza del Cabildo de Arcos de la Frontera, con el castillo asomando por detrás.

La plaza del Cabildo de Arcos de la Frontera está situada en el interior de su viejo recinto monumental urbano.

En concreto, la plaza se ubica en la parte más elevada de la localidad, justo en el corazón de su interesante Centro Histórico, inscrito en el BOE como Bien de Interés Cultural desde el año 1962, .

A ella se accede solo a través de unas pocas calles muy estrechas y cargadas de historia y de belleza como son las calles Nueva, Pesas del Reloj y Escribanos, además de por un angosto paso que parte de la calle Deán Espinosa y pasa a través de las amplias gradas de piedra existentes a los pies de la iglesia parroquial de Santa María.

Descripción

Torre y fachada lateral de Santa María de Arcos de la Frontera, vistas desde la plaza del Cabildo.

Es ésta una plaza de amplias proporciones, de planta casi rectangular, ya que es algo irregular al no contar con ángulos rectos en sus esquinas.

La plaza está rodeada de notables edificaciones por tres de sus frentes, quedando el cuarto lado libre, situado en su cara sur-oeste, cerrado por una reja y un arco que da acceso al denominado "Balcón de la Peña Nueva", una terraza abalconada que se asienta sobre la roca cortada casi en vertical a gran altura, desde donde se pueden contemplar unas vistas absolutamente espléndidas del entorno de la campiña de Arcos y también de la propia plaza.

Dicha plaza, de enorme valor arquitectónico y monumental, está presidida en su cara nor-este, opuesta al Balcón de la Peña, por la robusta y alta torre barroca de la importante iglesia de Santa María de la Asunción, un notable templo de origen gótico enriquecido posteriormente con reformas y ampliaciones durante las épocas del Renacimiento y del Barroco. Esta torre, junto con todo el muro lateral de la iglesia, también declarada Bien de Interés Cultural -desde la temprana fecha de 1931-, componen la fachada completa de la plaza por este lado.

Puntos de interés

Iglesia de Santa María

Bóvedas góticas de Santa María.

Fue inicialmente una iglesia de tipo mudéjar en los siglos XIV o XV que, tras unas profundas intervenciones llevadas a cabo en las décadas de la primera mitad del siglo XVI, quedó convertida en una espléndida iglesia gótica, aspecto éste que predomina en todo su interior.

No ocurre igual en el exterior, donde junto con elementos propios del arte ojival (especialmente visibles en la portada de Santa María, a los pies del templo), existen otros igualmente relevantes de tipos renacentista y barroco.

Este último estilo queda explícito en su grandiosa torre de planta cuadrada, que domina con su presencia toda la plaza del Cabildo y gran parte del conjunto urbano de la localidad. Proyectada en el siglo XVIII como torre-fachada, es ésta una obra inacabada que preveía además un segundo cuerpo de campanas, más otro de planta octogonal para el reloj, mas otro similar como remate final. Conjuga elementos renacentistas con otros barrocos, especialmente los balconcillos redondeados bajo las campanas, estatuas, y menudos adornos de piedra alternados con semiesferas cerámicas vidriadas.

Castillo

Torreón del castillo de Arcos.

El castillo de Arcos fue antiguo alcázar militar durante el periodo de la dominación musulmana; no obstante, su imagen y configuración actual responden a las reformas que se llevaron a cabo durante los siglos XIV y XV.

Completamente transformado del anterior alcázar árabe, el castillo presenta planta cuadrangular y está limitado por cuatro torres almenaras en sus esquinas. Mantiene del primitivo alcázar un gran arco de herradura en la vieja entrada de Poniente y un lienzo de muralla en el Suroeste.

Algunos de sus principales elementos como son: la Torre del Secreto, El Adarve de Levante, las Torres de Flanqueo del sur, el gran aljibe del Patio de Armas y los Merlones de Cobertura Piramidal, datan de los citados siglos XIV y XV.

Actualmente tiene su acceso por debajo del gran arco donde estuviera el oratorio del Ayuntamiento de la ciudad, en uno de los ángulos de su emblemática plaza del Cabildo. En la portada, coronándola, puede verse el escudo de los Duques de Arcos.

Ayuntamiento

Portada del Ayuntamiento.

Anteriormente ubicado en otro lugar, fue trasladado a este edificio en el año 1634.

Destaca al exterior su noble portada de piedra en dos cuerpos de altura y con huecos adintelados, que se corona la imagen del arcángel San Miguel, patrono de la localidad, labrado en piedra en el mismo siglo XVII. Esta portada ocupa un ángulo de la plaza, y su superficie y color de la piedra contrasta vivamente con el blanco mas liso del resto del paramento que la rodea

De su interior, una de las piezas más valiosas es el artesonado mudéjar que cubre la sala de Sesiones, así como un cuadro del monarca Carlos III atribuido a la escuela de Francisco de Goya.

Es asimismo interesante también un cuadro histórico donado en 1866 por el pintor Joaquín Caballero al Ayuntamiento, donde se representa el momento de condecorar Alfonso XI a tres caballeros arcenses por su intervención en la Batalla del Salado.

Parador de Turismo

El Parador de Turismo ocupa prácticamente casi todo el costado este de la plaza.

Fue la antigua casa del Corregidor de Arcos de la Frontera. De su interior destaca su colorido patio de planta cuadrada y rodeado de galería de arcos sobre columnas de piedra.

Patio del Parador de Turismo de Arcos de la Frontera.

Desde la terraza de su cafetería, de libre acceso, las vistas sobre la vieja y monumental iglesia de San Pedro y todo su caserío son espléndidas.

Balcón de la Peña Nueva

La visita a este balcón, habitualmente ocupado por turistas y visitantes, es parada obligada, ya que el paisaje que se divisa desde él es sencillamente espectacular.

A muchos metros por debajo es posible ver parte del recorrido sinuoso del río Guadalete que pasa bordeando parte de la ciudad y ciñéndose a la peña sobre la que se levanta la parte vieja de Arcos.

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