Calle Larga (Jerez de la Frontera)
La calle Larga de Jerez de la Frontera es una de las más importantes vías urbanas del centro urbano de esta localidad.
Comienza en el amplio núcleo central donde esta calle se encuentra con la calle Lancería, la plaza Esteve, la calle Doña Blanca y la calle Santa María, muy cerca de la emblemática plaza del Arenal, y termina en la Alameda Marqués de Domecq, situada un poco más al norte.
La importancia comercial de esta calle data de finales del siglo XVI, ya que su trazado corre paralelo a la antigua muralla que cerraba por este lado la judería jerezana, e históricamente ha servido para dinamizar el enlace entre la antigua Puerta de Sevilla (hoy Alameda de Domecq o Alameda Cristina) y la también desaparecida Puerta Real (actualmente Plaza del Arenal).
A lo largo de su recorrido le acometen varias calles:
Por la derecha, la calle Honda y la calle Bizcocheros.
Y por la izquierda, las calles Algarve, Cuatro Juanes y Eguilaz.
Contenido
Descripción
Es ésta una calle de mediano - largo recorrido, con un total aproximado de unos 400 metros.
Su trazado no es rectilíneo, sino que su último tramo hace un quiebro a la izquierda, al tiempo que toma en él una mayor anchura hasta su extremo final. Una fuente central e importantes edificios definen este punto, conocido como "Rotonda de los Casinos".
Justamente a partir de este punto, donde a la calle Larga le acometen las calles Honda y Bizcocheros, la calle se abre al tráfico rodado, mientras que en todos los tramos anteriores, considerablemente más estrechos, es exclusivamente de carácter y uso peatonal.
Se trata de una calle muy principal y elegante, tradicionalmente considerada como la vía más importante de la ciudad, y el lugar donde tradicionalmente han tomado sede una gran cantidad de conocidas tiendas de moda, comercios y distintos bancos y bares.
La calle está bordeada por importantes edificios, algunos de ellos dotados de hermosas fachadas de estilos arquitectónicos diferentes, y se encuentra arbolada por hileras de naranjos a ambos lados de todo su recorrido.
Muy transitada a cualquier hora del día, y siguiendo con su tradicional importancia comercial e histórica, la calle Larga de Jerez hoy continua siendo una de las vías más animadas de la ciudad.
Puntos de interés
El gallo Azul
Entre sus edificios más emblemáticos e interesantes se encuentra su popularmente conocido como "El Gallo Azul", un edificio de estilo regionalista que preside uno de los espacios urbanos más importantes de Jerez, en que supone el encuentro de esta cale con las calles Lancería, Santa María y plaza Esteve.
Esta construcción singular fue realizada en el año 1927 según diseño del célebre arquitecto sevillano Aníbal González.
Su planta es de planta prácticamente circular, con cuatro pisos de altura, el último de ellos retranqueado, y aloja en su planta baja a uno de los bares más populares del centro de Jerez.
Realizado todo él en ladrillo visto aplantillado, su fachada está organizada a partir de pilastras adosadas entre las que se abren calles verticales con los distintos huecos al exterior, dos superpuestos entre pilastras. Se corona con un balcón corrido y cerrado con reja que deja ver el cuerpo superior, que a su vez se corona con un original elemento decorativo rematado por jarrones y escudo.
Palacio del marqués de Villamarta
De entre los muchos edificios de interés de esta calle, destaca un palacete renacentista existente hacia el centro de la calle, frente a la desembocadura de la calle Eguilaz.
Este bello edificio data del siglo XVI y fue residencia de los marqueses de Villamarta. Fue reformado en el año 1923, y muy posteriormente adaptado para tienda de una conocida cadena de ropa de moda.
El edificio conserva su fachada en piedra con bella crestería superior y noble portada de columnas corintias sobre pedestal, así como su patio de dos cuerpos de altura porticado por columnas de mármol blanco que contiene frisos con relieves e interesantes elementos ornamentales propios del renacimiento.
Rotonda e Iglesia de Santo Domingo
En el extremo opuesto de la calle, ya al pie de la Alameda Marqués de Domecq, se encuentran algunos otros elementos de indudable interés.
Uno de ellos, y un retranqueada con respecto a la alineación del resto de la calle, se encuentra la fachada de la iglesia y convento de Santo Domingo, desde donde se tiene acceso tanto a la iglesia como a su notable y bien conservado claustro de estilo tardogótico, lugar donde actualmente pueden verse algunas muestras culturales de interés.
Delante de este conjunto, y en el centro de la calle, está la conocida como Fuente de las Hermandades, que conmemora a distintas Cofradías de la ciudad y marca el inicio de la Carrera Oficial de la Semana Santa jerezana, sirviendo además como rotonda para el tráfico rodado en este importante nudo urbano.
Y entre los edificios de carácter civil, se cita la casa de la condesa de Garbey, un palacete la esquina con calle Tornería donde destaca su portada en chaflán y su piso superior de perfil curvo y ventanas abuhardilladas. Este suntuoso edificio de uso residencial es obra del arquitecto Luis Gutiérrez Soto, construido en la segunda mitad del siglo XIX.
Galería de imágenes
Casa de la condesa de Garvey, en Alameda Cristina.
Hermandad del Consuelo por calle Larga en 2015.
Principales editores del artículo
- Carlosrs (Discusión |contribuciones) [3]