Historia de las Hermandades y Cofradías de Penitencia de Cádiz

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Se desarrolla la historia de las Hermandades y las Cofradías de la ciudad de Cádiz, dividida en distintos Apartados o secciones, correspondientes a los siglos desde que se tienen datos de su existencia.

Los comienzos. El siglo XVI

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Cabe suponer que en Cádiz, a raíz de la Reconquista y conforme su desarrollo urbano permitió la edificación de templos y ermitas que satisficieran las necesidades religiosas de la población en aumento, nacieran y se desarrollaran las manifestaciones públicas de penitencia en la Cuaresma y Semana Santa, como resonancia de lo que más al norte era uso y costumbre. De la existencia de Cofradías de penitencia en el Cádiz medieval no ha llegado hasta nosotros noticia alguna, debido a la desaparición de los archivos de la ciudad tras el saqueo e incendio de Cádiz por el Conde de Essex en 1596. Sabemos que en aquellos trágicos días, además de la Catedral, existían en Cádiz las ermitas de la Misericordia (posiblemente coetánea de Santa Cruz), las de Santiago y Santa María, en sus respectivos arrabales, la de San Sebastián, entrada en el mar de Poniente, la de Santa Catalina en sus inmediaciones, la de la Candelaria con sus Recogidas, la de San Roque a la entrada de Cádiz por tierra y la del Rosario, cercana a la de Los Remedios, que en 1566 se convertiría en el templo de los Franciscanos. No sabemos si existirían en ellas o no Cofradías de Penitencia.

Los gaditanos no habían admitido en su ciudad ninguna orden religiosa hasta 1564, según afirma Fray Pedro de Abreu. Hasta el año 1556 no llegan a fundar los franciscanos, aunque con anterioridad se desplazaban a esta tierra; los hermanos de San Vicente Ferrer, los dominicos, no fundaron su convento hasta 1636.

Con todo, hasta el descubrimiento de América y el protagonismo del puerto gaditano en las partidas y regresos de las expediciones, no puede decirse que naciera la Semana Santa gaditana, al registrarse de manera oficializada la existencia de Cofradías, entrado ya el Siglo XVI. Las primeras noticias que tenemos sobre las cofradías gaditanas nos la da Agustín de Horozco en las dos versiones de su Historia de Cádiz: una del año 1591 y la otra de 1598 (anterior y posterior al saqueo). En la primera de ella nos dice: "...Nueve son las cofradías que sacan pendón en las procesiones generales de la iglesia mayor do están dos, la del Santísimo Sacramento y de las Ánimas. Otras dos en San Francisco, la de Vera Cruz que es de disciplinay la de San Telmo. En el convento de Recogidas la de Santa Lucía; la de la Misericordia en su hospital, con la de Nuestra Señora del Rosario y la de San Lázaro. En San Roque hay otra de Nuestra Señora de las Mercedes [...] y de un año a esta parte se ha tomado otra nueva devoción con el glorioso y bienaventurado San Diego y sus aficionados y devotos han fundado cofradía suya con tanto fervor que se ha extendido a los que los demás, teniendo sus insignias y pendón...".

En la de 1598 nos dice Horozco: "...Las Cofradías que tienen demanda pública que sacan insignia y pendón en las procesiones son dieciséis, repartidas de esta manera [...] Las cofradías del Santísimo Sacramento y de las Ánimas del Purgatorio en la iglesia mayor. En el convento de Santa María de la Concepción la de aquesta advocación. En San Francisco la de la Vera Cruz, de San Telmo, San Diego, los nazarenosy de Nuestra Señora de Loreto. En el monasterio de las Agustinas de Nuestra Señora de la Candelaria. En el hospital de la Misericordia la de este apellido y la de San Lázaro el mendigo. En la ermita de San Roque la de aqueste santo y la de Nuestra Señora de la Merced. En las ermitas de San Sebastián y Santa Catalina en cada una la de su advocación. En el Rosario la de los hermanos morenos. Todas estas cofradías se han sustentado i servido i se van las más dellas volviéndose a servir con lo que cogen y se les da de limosna...".

Hasta la fecha los datos documentalmente probados en cuanto a la existencia de cofradías en Cádiz en el Siglo XVI son los siguientes:

  • Vera Cruz, 1569
  • Santísimo Sacramento, 1591
  • Ánimas del Purgatorio, 1591
  • San Telmo, 1591
  • Santa Lucía, 1591
  • Misericordia, 1591
  • San Lázaro, 1591
  • Nuestra Señora de la Merced, 1591
  • San Diego, 1591
  • Nuestra Señora del Rosario, 1591
  • Nazareno, 1594
  • Concepción, 1598
  • Nuestra Señora de Loreto, 1598
  • Nuestra Señora de Candelaria, 1598
  • San Roque, 1598
  • San Sebastián, 1598
  • Santa Catalina, 1598
Estas son las 17 cofradías de las cuales hemos podido encontrar documentación que pruebe su existencia en el siglo XVI. Probablemente hubiera más, pero se han omitido aquellas de las cuales no se sabe con certeza documental su existencia. Tal es el caso de la cofradía de la Soledad de la cual se conoce de su existencia en 1601 pero no antes.
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Aunque los archivos locales quedaron destruidos, no sucedió lo mismo con los protocolos notariales gaditanos. Valiéndonos de ellos podremos ver los datos más antiguos registrados de algunas de las Cofradías existentes en el Cádiz de finales del Siglo XVI:
  • Misericordia, 1556.
  • Ánimas del Purgatorio, 1564.
  • San Lázaro, 1564.
  • Nuestra Señora de Candelaria, 1567.
  • Vera-Cruz, 1570.
  • Santa Catalina, 1570.
  • Santísimo Sacramento, 1573.
  • Rosario, 1575.
  • San Telmo, 1582.

Como se podrá observar no están todas, ni tampoco quiere decir que esas sean las fechas fundacionales de las mismas (probablemente serán algo anteriores) pero esto nos hace ver que la presencia de Cofradías en Cádiz data de mucho antes de lo que se decía hasta hace algunos años.

Cómo fueran en aquellos años las procesiones las describe Álvaro Picardo y Gómez en su historia de la Vera-Cruz al mencionar que ...los hermanos de luz y los de sangre irían vestidos con túnicas largas y el escudo de la Cofradía, cubiertas las cabezas con lo que hoy denominaríamos gatos, predominando en el cortejo los disciplinantes que se aplicaban en azotarse las espaldas desnudas, produciéndose el efecto de copiosa sangría, remedio, por otra parte, bien frecuente en la terapia de la época.... No consta que en la estación que hacían a la Iglesia Mayor figurase la imagen Titular, que después del saqueo era de pasta indiana.

El siglo del Barroco. Siglo XVII

Es en el siglo XVII cuando Cádiz emprende un camino ascendente hacia la prosperidad. En él aparecerán atraídos por la facilidad de sus puertos para el atraque y la descarga de mercaderías, numerosos comerciantes y, con ellos, artistas de toda clase y nacionalidad. La universalidad de los comerciantes traerá de todos los países sedas y tapices, esculturas y mármoles, joyas y pinturas que engalanarán a iglesias e imágenes. Personas de diversos países e ideologías circulan por los muelles y los alrededores. Por ello hay que cuidar el aspecto religioso, en especial las Cofradías, como aconseja el Obispo.

La pujanza de la conexión americana no sólo propicia la creación de nuevas Cofradías, sino que algunas de éstas, la Columna, o la Humildad y Paciencia, tienen como fundadores a gente de la mar y cargadores de Indias, respectivamente. También se originaron en este período la posteriormente extinguida de la Expiración, cuyo Titular, al igual que los de las anteriores, es obra de Jacinto Pimentel (dato que ha permanecido siglos en el anonimato), y las del Descendimiento, Prendimiento y Ecce-Homo.

La antigua imagen de La Magdalena, obra de Luisa Roldán La Roldana, que fue víctima del fuego en 1936

Por destacar algún dato de esta centuria, ya que se ha mencionado la autoría de algunas imágenes, conviene precisar la magnífica factura de las que no se han citado. También la incorporación de elementos complementarios de gran valor artístico y material, como la columna traída de México para el Señor de San Antonio o la Cruz de concha calada con adornos existente en nuestros días.

En 1681 una epidemia de peste asoló Cádiz. El cabildo municipal recurrió al Nazareno en rogativa y el 22 de julio, la festividad de Santa María Magdalena, desapareció por completo el contagio, por lo que se interpretó que se había debido a su intercesión. El Ayuntamiento tomó a la Magdalena como protectora, votando su asistencia anual a la capilla del Nazareno el día de la festividad de la Santa para asistir a una función solemne.

A finales del siglo XVII, Fray Pablo de Cádiz funda los Rosarios Públicos, hecho que vendrá a significar la aparición de nuevas Cofradías, tanto de Penitencia como de Gloria, en un futuro. Los Rosarios se consolidaron en el siguiente siglo.

Para indicar una procesión de la época seguimos la descripción de Hipólito Sancho, que relata la de Humildad y Paciencia ... abierta por una rica Cruz del Santo Sudario, antes aludida, a la que seguía entre cofrades la imagen del Apóstol San Pedro en su paso y precedida de su correspondiente pendón. Todo un cortejo simbólico de atributos de Pasión, figurados en el extremo de las correspondientes varas, precedía a la manguilla, al guión del Santo Cristo, en forma de Estandarte, y al paso del Titular, nombrado en la nomenclatura de la época urna, sobre la que se cernía un palio de seis varales, a la que seguía el inevitable de respeto y la Comunidad agustiniana. Finalmente, el paso de la Virgen de características semejantes al de Cristo, también con palio de varales. Recoge la reseña la visita estacional a la iglesia de la Misericordia y de la Candelaria, a más de la Catedral.

El esplendor del siglo XVIII

Se registra la fundación de la Cofradía de la Piedad y en San Lorenzo la de los Afligidos y la de la Orden Tercera de Servitas. También, en su capilla del Caminito la de las Angustias, en forma de Rosario, que fue objeto de aprobación como penitencial en 1934.

El "palio" de la Virgen de los Dolores, de la VOT, en un grabado de 1771

La incorporación de imaginería italiana en las nuevas Cofradías o la sustitución de sus Titulares en las antiguas puede ser una mención a destacar de este período que conoció, acerca de las prohibiciones del anterior sobre mantener los penitentes el rostro cubierto, el decreto de Carlos III de 1777 prohibiendo los disciplinantes y empalados, quedando sólo los hermanos de luz. Y el de no menor complicación para las Cofradías como fue la aprobación de sus constituciones en este reinado y en el de su sucesor, Carlos IV por el Consejo de Castilla.

El Señor de la Columna es conocido popularmente como El Aguador, por sus salidas en rogativas públicas en tiempos de sequía. El Cabildo Municipal acudió en muchas ocasiones en rogativas al Cristo de la Columna "...en demanda de la necesaria y deseada lluvia que pone en peligro la salud y la cosecha...", sabiendo con certeza que salió en los años 1734, 1737 y 1739.

Para describir un cortejo procesional recogemos la mención que hace Lorenzo Alonso de la Sierra en su publicación sobre la Cofradía del Nazareno en la madrugada del Viernes Santo, ...en la que discurría su estación por la Catedral, Santiago, Candelaria, San Antonio y San Francisco. El cortejo comenzaba con el muñidor que tañía campana de plata, el paso de la Santa Cruz de Jerusalem, las insignias de la Pasión de plata y los pasos de Jesús Nazareno, San Juan, la Verónica y la Virgen de los Dolores, acompañados de grupos musicales y de los hermanos penitentes que en 1726 llegaron a totalizar 1000 cirios, llevando entre ellos también los guiones y bocinas...".

El convulsivo siglo XIX

Paralela a la historia del país, Cádiz sufre los efectos de la invasión francesa, el sitio de la ciudad y la celebración de las Cortes, el reinado de Fernando VII y su sucesora con toda la repercusión de las guerras civiles y revoluciones. Esto incide directamente en el sosiego ciudadano que no siempre estaba para celebraciones procesionales.

El Stmo. Cristo de la Humildad y Paciencia, en su antiguo paso de templete (1890)

Con todo, en épocas más propicias del último tercio de la centuria, se reanudaron las procesiones, constituyéndose la de la Buena Muerte en torno al portentoso Crucificado y la Entidad que aglutinará los desfiles procesionales, los organizaría y buscase apoyo económico para costear su celebración. Primero una Junta de Mayordomos y más tarde la Junta de Procesiones, presidida por Cayetano del Toro.

No se conoce la incorporación de nuevas imágenes, pero es destacable la incorporación del paso de Virgen conocido como de cúpula o de templete, conformado con criterio de arquitectura efímera a base de una breve canastilla sobre la que se asentaban estípites o columnillas sustentadores de un entablamento rematado por una cúpula, enteramente de maderas doradas, o de piezas textiles, que recubrían el correspondiente esqueleto que le daba forma.

En 1822, D. Manuel González Moro, realiza para la Junta de Amortización el listado de las Hermandades establecidas en Cádiz, con el fin de incautarles todos sus bienes:

  • En la Parroquia del Rosario tenemos:
-La de la Virgen de los Ángeles.
-La de la Virgen de la Salud.
-La de San Cayetano.
-La del Señor de la Misericordia.
-La de Esclavitud del Smo. San José.
  • En San Antonio:
-Hermandad de San Pedro.
-La de Nuestra Sra. del Patrocinio.
-La de San Francisco de Paula.
-La de Nuestra Sra. de los Desamparados.
-La Cofradía del Señor de la Columna.
  • En San Lorenzo:
-Hermandad de Nuestra Sra. del Pilar.
-Cofradía de los Afligidos.
-Orden Tercera de Dolores.
  • En la Iglesia del Carmen:
-Hermandad de Nuestra Sra. de la Bendición de Dios.
-Cofradía de la Piedad.
  • En el Convento de Santo Domingo:
-Hermandad de Nuestra Sra. de la Misericordia.
-La de Nuestra Sra. del Rosario de los Mareantes.
-Archicofradía del Dulce Nombre de Jesús.
-Orden Tercera de Santo Domingo.
  • En San Juan de Dios:
-Hermandad de San Lázaro.
-Hermandad de Nuestra Sra. de los Remedios.
  • En la Merced la Esclavitud de Nuestra Sra. de las Mercedes.
  • En el Convento de San Agustín:
-Hermandad de la Virgen de Gracia.
-Hermandad de San Nicolás y Ánimas.
-Cofradía de Humildad y Paciencia.
-Orden Tercera de San Agustín.
  • En el desaparecido Convento de los Descalzos:
-La Hermandad de Nuestra Sra. de la Cabeza.
-La de Nuestra Sra. de la Merced, San Crispín y San Crispiano.
-La Escuela de Cristo.
-Orden Tercera de los Descalzos.
  • En el Convento de San Francisco:
-Cofradía de la Vera-Cruz.
-Esclavitud del Smo. Sacramento de San Francisco.
-Orden Tercera de San Francisco.
  • En el desaparecido Convento de Capuchinos, la Orden Tercera de Capuchinos.
  • En el Convento de las Descalzas, la Cofradía del Prendimiento.
  • En el desaparecido Convento de Candelaria:
-Hermandad de San José.
-Hermandad de la Virgen de los Milagros.
-Hermandad de Ntra. Sra. Lucía.
-Cofradía del Smo. Descendimiento.
  • En el Convento de Santa María:
-Cofradía de la Soledad y Santo Entierro.
-Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
  • En San Pablo:
-Hermandad de Nuestra Sra. del Sagrario.
-Cofradía del Ecce-Homo.
-Escuela de María.
  • En San Felipe, la Congregación del Corazón de Jesús.
  • En la Capilla del Pópulo, la Hermandad de Nuestra Sra. del Pópulo.
  • En la Capilla del Caminito, la Hermandad de Nuestra Sra. de las Angustias.
  • En la Iglesia de la Palma, la Hermandad de Nuestra Sra. de la Palma.
  • En el Hospital Nacional, la Hermandad de Nuestra Sra. del Poder Divino.
  • En el Hospital de Mujeres, la Hermandad de Nuestra Sra. del Carmen.
  • En la Casa Cuna, la Hermandad de Nuestra Sra. de Belén.
  • En la S. I. Catedral, la Hermandad del Santísimo y Ánimas.
  • En la Iglesia de la Divina Pastora, la Hermandad de Nuestra Sra. de la Pastora.


A mediados del siglo XIX, el Ayuntamiento enumera las Cofradías que había en Cádiz, de Gloria y Penitenciales, señalando la iglesia o capilla donde se encontraban y cuál era su objeto.

  • En el Sagrario de la Santa Iglesia Catedral, la Hermandad del Santísimo Sacramento y Ánimas Benditas. Su objeto era el mayor culto a Jesús Sacramentado y a las Ánimas del Purgatorio, y beneficencia de los hermanos pobres y enfermos.
  • En la Iglesia de Santo Domingo:
- La de Nuestra Señora del Rosario. Su objeto, el Culto a la Virgen.
- La del Dulce Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, cuyo objeto era el mayor culto al Santo Nombre.
- La de Nuestra Señora de la Misericordia de los Genoveses, para dar culto a dicha Señora.
  • En la Iglesia de la Merced, la Esclavitud de Nuestra Señora, con cultos todos los domingos y festividades del año.
  • En Santa María:
- La de Nuestro Padre Jesús Nazareno en su Capilla propia, teniendo por objeto el culto al Señor.
- La de la Soledad y Santo Entierro, también en su Capilla propia. Su objeto, el culto de las imágenes que venera.
  • En la Iglesia de la Candelaria:
- La del Descendimiento de Cristo. Su objeto, el culto al Señor.
- La del Señor San José, que tiene por objeto el culto a su Santo.
- La de Santa Lucía con el mismo objeto que las anteriores.
  • En la Iglesia de Santiago:
- La del Santísimo Cristo de la Piedad y María Santísima de las Lágrimas, con el objeto de promover y aumentar el culto de la Madre de Dios y Jesús Crucificado, socorro de las familias de los cofrades y sufragios para los que fallezcan.
- La de Nuestra Señora del Poder Divino. Su objeto, el culto a la Madre de Dios y Sufragio por la almas de cofrades difuntos.
  • En la Parroquia auxiliar de Nuestra Señora del Rosario:
- La Esclavitud del Señor San José, para dar culto al patriarca bendito con la debida aprobación.
- La Congregación del Señor de la Misericordia, para la conversión de los que están en pecado mortal. Se haya hoy disuelta.
- La Congregación de los Nacionales Etíopes (Los Negros). Procura dar culto a Nuestra Señora de la Salud, San Benito de Palermo y Santa Efigenia.
Nuestro Padre Jesús del Ecce-Homo en 1900
  • En la Iglesia de el antiguo Convento de San Agustín, ninguna de las cofradías que existían se hayan restablecidas.
  • En la Iglesia de Religiosas Concepcionistas Descalzas no existe ninguna cofradía.
  • En la Iglesia del extinguido Convento de San Francisco:
- La Hermandad de la Vera-Cruz, que tiene por objeto dar culto a la imagen de un Señor Crucificado que lleva este título y tiene sus estatutos aprobados por el Excmo. Sr. Obispo.
- La Esclavitud del Santísimo, que tiene por objeto asistir a la misa mayor todos los días festivos y si hubiese procesión con el Santísimo en el Templo.
- La Real Congregación de la Vela y Mayor Culto a Jesús Sacramentado, que acompaña a su Divina Majestad en el jubileo circular de las cuarenta horas, y la Asociación de oraciones al Sagrado Corazón de María, que tiene por objeto pedir por la conversión de los pecadores, y se haya restablecida en esta dicha Iglesia por disposición de Nuestro Excmo. Prelado.
  • En la Parroquia auxiliar de San Antonio de Padua:
- La de penitencia de Nuestro Padre Jesús Ligado a la Columna.
- La de Nuestra Señora del Patrocinio.
  • En la Iglesia de San Pablo, la de Penitencia de Nuestro Padre Jesús que se titula del Ecce-Homo y la de Nuestra Señora del Sagrario.
  • En la Iglesia del extinguido Convento del Carmen, la de Nuestra Señora del Carmen y la de Nuestra Señora de la Bendición de Dios.
  • En la Iglesia Parroquial Castrense, la de Nuestra Señora con el título de los Desamparados.

Como se podrá comprobar, en breve tiempo algunas Hermandades habían desaparecido y otras habían salido a la luz pública.

Vamos a describir una procesión de la época, tomando a Ángel Mozo Polo en su Historia de la Cofradía de la Soledad y Santo Entierro, que puede considerarse referente máximo de este siglo por su vinculación regia, su carácter oficial y el estreno de la Urna en 1865: "...además de la habitual Cruz de Guía, figuraba el cortejo de jóvenes simbolizando la Ley Antigua y Moderna, Fe, Esperanza y Caridad, niños-ángeles, Verónica, Sibila, Cruces parroquiales, la Urna sobre carroza tirada por caballerías, y soldados romanos. Tras ello, el convite o representación oficial, los penitentes del cortejo de la Virgen, cuyo paso era precedido por el de San Juan Evangelista".

El pasado siglo XX

Más estable que el XIX ha conocido el establecimiento de numerosas Cofradías, desde la Salud en Santo Domingo a las nacidas en los años de la II República, el Perdón y las Angustias. Los incendios que preludiaron el estallido de la Guerra Civil supusieron considerables daños al patrimonio de las Cofradías afectadas, singularmente Vera-Cruz, Nazareno, el Perdón y el Descendimiento.

La Cofradía de Afligidos en 1926

Un acontecimiento digno de reseñar fue el que ocurrió la noche del 25 de marzo de 1932. Después de unos desafortunados incidentes y siendo mayordomo de la Cofradía de la Buena Muerte José Mª Pemán, la Junta de Gobierno de la Cofradía decidió, por unanimidad, no efectuar la estación penitencial en la noche del Viernes Santo para evitar problemas y, por encima del todo, salvaguardar la integridad de la valiosa imagen del crucificado, ya que había indicios de que querían asaltar la iglesia de San Agustín e incendiarla. En aquellos momentos, y como desagravio, se acordó colocar en el suelo al Santísimo Cristo y velarlo en la noche con el rezo de las Cinco Llagas para terminar con un vía crucis por el interior de la iglesia. Desde entonces y hasta ahora sigue la tradición de la Adoración de la Cruz, en la tarde del Viernes Santo, a la terminación de los actos litúrgicos y hasta poco antes de la salida procesional, teniendo lugar, además, un solemne vía crucis.

A partir de 1939 con la exaltación de los valores religiosos del catolicismo, religión oficial del Estado hasta el Concilio Vaticano II, no tardaron en fundarse nuevas Cofradías. Las del Medinaceli, Misericordia, Sentencia, la Paz, las Aguas, Expiración, Siete Palabras, Caído, Sanidad, Nazareno del Amor, las Penas, la Oración en el Huerto, Santa Cena y el Prendimiento, son todas bien recientes. A ellas cabría añadir una Congregación Mariana que aún sin tener carácter de Cofradía tiene muchísima solera ya en las calles gaditanas, recorriéndolas en la madrugada del Sábado Santo desde los años 50, aunque las Congregaciones se fundaron en el siglo XVII (Ecce Mater Tua).

La Archicofradía de Ecce-Homo en la Semana Santa de 1938

La reposición de imágenes tras los luctuosos sucesos, las reformas de las existentes y las reposiciones en las antiguas Cofradías más las incorporaciones en las nuevas han sido frecuentes en todo este período.

1944 es un año pródigo en fundaciones de hermandades pero en él se inicia un decaimiento progresivo con ausencias sensibles en los desfiles procesionales, que culmina en 1951 en que quedan sin salir un buen número de Cofradías, todo ello debido a un angustioso problema económico. Las de más solera procesionan sus pasos con bastante dignidad. Existía una verdadera crisis cofradiera. Todos procuraban encontrar medios que salvaran los desfiles procesionales, desde la Junta Oficial de Procesiones hasta el último cofrade gaditano con sus cartas en la prensa local proponiendo modos de resolver el conflicto.

A ellos se unió el semanario local La Voz del Sur indicando una posible solución que consistía en el patrocinio de las Cofradías por organismos, integrando a sus miembros en las hermandades, dándole así a éstas un carácter gremial como antaño. Esta idea fue acogida favorablemente por las Cofradías, aunque alguna ya estaba integrada en algún organismo oficial. En reunión celebrada el 27 de mayo de 1951 la mayoría de las Cofradías se pronunciaron por la agregación o el patrocinio. A partir de entonces numerosos centros oficiales tomaron bajo su protección a otras tantas Cofradías que, con el cambio de régimen en España, serían abandonadas aunque la mayoría de sus componentes siguieron perteneciendo a ellas como simples hermanos. Algunos estamentos, como la guarnición militar, la Benemérita, la Junta de Obras del Puerto, etc., han permanecido fieles a su patrocinio.

En 1958, se reforman los estatutos de la Junta Oficial de Procesiones, que pasaría a denominarse Junta Oficial de Cofradías de Penitencia. Este nuevo organismo buscó y halló varios medios para engrosar la exigua subvención del Municipio. Las juntas de gobierno de las hermandades idearon varios medios de ayuda a sus mayordomías. El más importante fue el que los propios hermanos cargaran a sus Titulares. La primera en hacerlo fue la Cofradía del Caído y, sucesivamente, todas las Cofradías fueron adoptando las cuadrillas de hermanos.

En 1959 un acontecimiento mundial supuso que Cádiz volviese a contar con la Hermandad de la Cena saliendo de nuevo por sus calles. Fidel Castro y su revolución cubana fue el "artífice". Esto es así porque unas imágenes procedentes de los talleres de Olot (Gerona) fueron depositadas en el Convento de Santo Domingo a la espera a que el barco que debería portarlas hacia Cuba zarpase de Cádiz. Esto no llego a suceder, debido a la revolución, y las imágenes fueron adquiridas por la Cofradía y se hicieron cargo de los gastos que supusieron la creación de los cuerpos, labor que realizó el imaginero gaditano Láinez Capote.

Entre las procesiones, cabe señalar la popularmente conocida en Cádiz como La Magna, aunque su nombre correcto sería el de Santo Entierro Magno, puesto que serían varias Cofradías las que acompañarían a la del Santo Entierro, escenificando la Pasión de Jesucristo. Los precedentes datan de finales del siglo XIX, aunque se popularizó más en el siglo XX. La última fue realizada en 1982, y contó con los pasos de la Entrada en Jerusalem, Santa Cena, Oración en el Huerto, Columna, Ecce-Homo, Afligidos, Nazareno del Amor, Humildad y Paciencia, Perdón, Descendimiento, Angustias, Santo Entierro y Soledad.

La Semana Santa en la actualidad

Los últimos años del siglo XX y los primeros del siglo XXI han supuesto para las Cofradías gaditanas un aumento de su patrimonio, así como la reforma de algunas de las antiguas imágenes, junto con la creación de algunas nuevas. Lo más destacado, hasta el momento, ha sido la creación de la última de las Cofradías gaditanas, hecho que acaeció el 15 de mayo de 2007: la Cofradía de Jesús Despojado.

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