Turismo en Bornos

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Turismo en Bornos

Puntos de interés

El yacimiento de Carissa Aurelia se ubica en una zona de pequeñas colinas y cerros de poca altura que forma parte de las estribaciones de la Sierra de Gamaza y Sierra del Calvario, entre la zona de Coto de Bornos y el valle del río Salado. De las investigaciones realizadas hacia 1985 se cree que el poblamiento se inicia en el Neolítico final o Calcolítico. Sin embargo su mayor esplendor le llega con Roma, cuando Carissa se convierte en ciudad de derecho latino. Abandonada en época tardorromana tras su destrucción en el 560 d.C., por los vándalos, de su conjunto se distinguen: la Ciudad, la Necrópolis Norte y la Necrópolis Sur ésta con ritual de incineración y tumbas de planta de cruz griega, troncocónicas o con cubierta a dos aguas, principalmente.

Población asentada en la falda oriental de la Sierra del Calvario, junto al antiguo cauce del Guadalete -hoy pantano de Bornos- desde donde se domina una amplia panorámica de su campiña y de la sierra. La proximidad de Carissa Aurelia permite identificar restos cerámicos y utensilios de los primeros pobladores, aunque el desarrollo de su estructura actual gira en torno a una torre fortificada que tomó especial protagonismo en época árabe. De carácter eminentemente militar este Castillo de Bornos pasaría a ser su núcleo organizador. Fundaciones religiosas como el Monasterio de los Jerónimos al norte, el de los Franciscanos al sur y otras asistenciales como la Ermita del Calvario y la de la Resurrección, crearían nuevos focos de atracción lejos del centro amurallado,

Edificios y monumentos

Arquitectura civil

Edificio cuya construcción se concluye en el año 1597. Consta de una sola planta, con un patio central alrededor del cual se distribuían las distintas dependencias. Este colegio se construyó para albergar a doce criados hidalgos, escuderos de la casa del Señor Duque y otros hombres buenos y limpios de sangre de su estado, y en el ala Sur tenía ricos huertos y jardines. En la actualidad ha sido reconstruido por el ayuntamiento y se destina a extensión del Instituto de Enseñanza Secundaria "El Convento" y como Guardería infantil.

Arquitectura militar

También conocido como Castillo de Fontanar, constituye el edificio civil más destacado de la villa de Bornos, pues en él la familia Ribera emprendió una serie de transformaciones para dotarla del carácter residencial y palaciego acorde con las tendencias renacentistas elegidas por la nobleza andaluza. Del castillo hoy solo queda, en la esquina S.O. del recinto, el robusto torreón del homenaje compartimentado en varias cámaras, y un potente macizo adosado al ángulo N.O. El palacio renacentista ocupa los lados N. y O. de un amplio patio central en forma de claustro bajo y de galería alta que llaman poderosamente la atención por su rítmica y equilibrada esbeltez obtenida con arquerías peraltadas de medio punto sobre sencillas columnas de mármol.

Arquitectura religiosa

Fundado por Don Per Afán de Ribera, primer duque de Alcalá, marqués de Tarifa, quien dispuso en su testamento levantar en Bornos una casa-hospital o colegio para doce criados hidalgos, escuderos de la casa del señor Duque, u otros hombres buenos y limpios de sangre de su estado. Quedó inaugurado en 1597, siendo monjas de la Orden Cisterciense del Colegio de las Dueñas de Sevilla las primeras en ocuparlo. La fundación se consolidó y duró hasta 1973, cuando fue abandonado por su estado de ruina. Convertido hoy en Instituto de Enseñanza Secundaria, de la época de su fundación se conserva un pozo para noria que suministra agua para el riego de los jardines adyacentes, plantados y cuidados en la actualidad, que sirven de esparcimiento y recreo de alumnos, profesores y resto del personal.

El Convento de San Bernardino de Siena fue fundado en 1590, por D. Fernando Enríquez de Ribera, IV Marqués de Tarifa. Lo ocuparon religiosos de la orden de San Francisco y era utilizado como casa de estudio y noviciado. El maestro mayor de las obras fue Andrés de Oviedo. Poseía una capilla en cuyo retablo del Altar Mayor colaboró Luis de Figueroa en 1629. En la actualidad sólo se conservan parte de una torre, los muros que delimitan el convento y una de las entradas, con un azulejo del Seráfico Padre San Francisco (s. XVI). Es de propiedad particular y se utiliza como almacén de materiales de construcción y viviendas.

La Iglesia de la Resurrección se creó debido a que Diego Álvarez de Bohórquez, vecino de Bornos, así lo dispuso en testamento de 19 de enero de 1555. Es lo único que queda hoy de un antiguo hospital, y tiene planta planta rectangular cubierta de un hermoso artesonado mudéjar. Restaurada en su totalidad, cuenta con un bello retablo dorado de estilo barroco. Contiene imágenes y pinturas notables, como el Santo Cristo de la Flagelación, obra del siglo XVII de gran patetismo y realismo. La iglesia y la Cofradía de la Resurrección a la que alberga tuvieron gran relación con la Orden Tercera de los Siervos de María (Servitas) de Bornos. De hecho, una de las joyas conservadas es un cuadro que representa una Dolorosa con los Siete Santos Fundadores de los Servitas, de gran mérito de la localidad.

Según el Padre Mariscal, esta ermita la hicieron unos devotos de la villa, que por los años de 1670 labraron en ella un a capillita (...) después, por los años de 1696 se añadió otro cuarto. En la ermita se venera una bella imagen de San Francisco de Paula que data de la primera mitad del siglo XVIII. Otras imágenes de mérito que se encuentran actualmente en dicha ermita son: Santa Rosa de Viterbo (siglo XVI); San Juan Evangelista; una imagen la Virgen, bajo la advocación de María Santísima de la Soledad; y otras de menor mérito. También alberga cuadros de gran interés, destacando un Descendimiento (siglo XVI) de escuela italiana y que presidía la Capilla del Colegio de la Sangre.

Monasterio fundado en 1505 por el Adelantado Mayor de Andalucía Francisco Enríquez de Ribera. Ocupaba un espacio aproximado de ocho aranzadas, casi cuadrado. El edificio constaba de un claustro porticado con 56 columnas de mármol de Génova alrededor del cual se distribuirían las distintas dependencias y una iglesia sin crucero. En el año 1775 tuvo que ser abandonado debido a los destrozos que ocasionó en él el terremoto de Lisboa. Posteriormente, en 1835, y tras la desamortización de Mendizábal que trajo consigo la desaparición de muchas órdenes religiosas, fue abandonado, acabando así la vida de los jerónimos en Bornos. Hoy se conserva muy poco de su estructura: sólo un torreón y parte de sus murallas y huertas.

Iglesia de origen medieval y mudéjar reformada en los siglos XVI y XVIII. Con planta rectangular y tres naves, destaca en su interior por el gran retablo Mayor, así como otros retablos y el órgano; y en el exterior, por la portada principal relacionada con el arquitecto Hernán Ruiz II, y la torre, cuyo campanario barroco es obra del siglo XVIII. Así, ya en el año 1550 Hernán Ruiz sustituye por columnas los primitivos pilares góticos. Posteriormente, a mitad del siglo XVIII, y ante el arruinamiento de la iglesia, el arquitecto Cristóbal Ortiz da las trazas para reconstruir las nave central y colaterales y se realizan de nueva planta el crucero y el testero. Algo más tarde, Pedro de Silva, en 1769, diseña un nuevo techado y en 1792 las obras del cuerpo de campanas de la torre.

Parques y jardines

Los jardines de Interés Cultural que existen en Cádiz y su provincia pertenecen en su mayoría al ámbito público (parques, paseos, plazas) aunque hay también algunos asociados a edificios palaciegos o viviendas burguesas, como es este caso, donde por suerte se conserva en muy buen estado. Rodeando en dos frentes al palacio de los Ribera y en forma de L, está dividido en dos partes por un camino central en cada brazo que acaba en elementos arquitectónicos (grutescos, portadas de acceso...), con caminos secundarios desde los lados formando parterres geométricos. Elemento excepcional aquí es la magnífica loggia renacentista que culmina el paseo al Sur, una obra de composición exquisita, única en su género en Andalucía.

Espacios naturales

Mirador del Lago de Bornos.

El también llamado embalse o Pantano de Bornos, fue inaugurado en el año 1961, transformando el río Guadalete a su paso por la localidad en un majestuoso lago que se extiende por una superficie de 2.400 hectáreas dentro de su término municipal y a los pies mismo de la población. El espacio conocido como la "cola del Embalse de Bornos" fue declarado Paraje Natural Protegido de Andalucía en sesión celebrada por el Pleno del Parlamento Andaluz el día 28 de junio de 1989. Dicho espacio cuenta con una zona que se inunda cuando aumenta el nivel de las aguas embalsadas; zona cubierta por una abundante vegetación palustre, donde se desarrolla una notable y espectacular formación cerrada de tarajes, que constituye una importante zona de nidificación de aves acuáticas.

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