Hermandad del Santo Entierro (Conil de la Frontera)

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Nuestra Señora de la Soledad, titular mariana de la hermandad.

Hermandad del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, Nuestra Señora de la Soledad y de Nuestra Señora del Rosario de Conil de la Frontera, conocida popularmente como Hermandad del Santo Entierro.

Historia

Los orígenes de esta antigua hermandad se remontan a 1596, año en el que los frailes Mínimos donan una capilla, la del pozo, para que le fueran rendidos cultos en el interior del propio convento de la Victoria. Esta circunstancia hace que esta hermandad sea la más antigua de cuantas exister en esta localidad.

Se tiene constancia de la existencia de unos primeros Estatutos -que se encuentran en el Archivo Municipal- que datan del año 1863.

Hasta el año 1946 la hermandad procesionaba con tres pasos: el de el Santo Entierro, el de La Soledad, y un tercero compuesto por las imágenes de la Verónica, María Magdalena y San Juan Bautista, imágenes estas tres últimas que actualmente se encuentran custodiadas por la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte.

Pasos

Santo Cristo Yacente, imagen articulada, mostrada como Cristo crucificado.

La Hermandad procesiona con dos pasos, que aparecen presididos por sus imágenes titulares, el Santo Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Soledad.

La imagen del Cristo Yacente está atribuida a Martínez Montañés o a su escuela, y se le estima una fecha aproximada a 1620. Articulado y tallado en madera de cedro, durante todo el año preside como crucificado en la pared del Sagrario.

La Virgen Dolorosa bajo la advocación de la Soledad fue encargada en el año 1950 al escultor e imaginero Manuel Pineda Calderón, procesionando por vez primera en el año 1954.

La anterior imagen de la Soledad, restaurada en el año 1951, es hoy la Virgen de la Amargura.

Sede

Tiene su sede canónica en la iglesia de Santa Catalina de Conil de la Frontera, la iglesia más emblemática de la localidad.

Salida procesional

Realiza su salida procesional en la tarde-noche del Viernes Santo de la Semana Santa conileña, haciendo estación de penitencia por las calles principales de la localidad.

Sus penitentes visten antifaz negro, túnica negra con botones blancos, cíngulo blanco y capa negra.

Bibliografía

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