Santuario de la Virgen de Regla (Chipiona)
El santuario de la Virgen de Regla de Chipiona tiene su origen en un antiguo castillo o fortaleza, propiedad de la familia de los Ponce de León, señores de Chipiona.
Historia
En el año 1399 don Pedro III Ponce de León, cuarto señor de Marchena y primer conde de Arcos donó aquel castillo para convertirlo en iglesia para dar culto a la Virgen.
Así, la vieja fortaleza fue objeto de numerosas reformas a lo largo de los siglos en su transformación para uso religioso, aún manteniendo su condición de castillo. Para su reforma y adaptación, con los permisos de los Ponce de León, señores de Rota y Chipiona y los Pérez de Guzmán, señores de Sanlúcar de Barrameda, se ofrecieron indulgencias para los fieles que visitasen y ofrecieran limosnas con las que pagar las obras al nuevo santuario.
Aquel monasterio se ampliaría en torno a dos patios, el denominado "del Real" y el conventual, conocido como "patio mudéjar" y joya del mismo, donde destaca el aljibe del año 1460 y el aljimez o ventana con parteluz que podría ser de ascendencia mozárabe.
El siglo XVII fue una etapa de esplendor para el Santuario, pues en ese tiempo el culto a la Virgen de Regla traspasó las fronteras y se levantó el actual Humilladero.
Durante el siglo XIX se producen dos fechas negativas: el año 1808, cuando debido a la invasión francesa los religiosos tuvieron que abandonar el Santuario, y al año 1835 cuando por la desamortización de las órdenes religiosas los agustinos se vieran forzados a dejar este lugar, y ahora para siempre. Como consecuencia el santuario fue expoliado y cayó en el abandono, aunque no la imagen de la Virgen de Regla que fue trasladada hasta la Parroquia donde permanecería durante 17 años.
Unos años después, en 1851, los infantes de Orleáns que habían fijado su residencia de verano en la cercana ciudad de Sanlúcar, tuvieron conocimiento de la historia de la Virgen de Regla y se propusieron restaurar la antigua iglesia y devolver la imagen a su lugar. El regreso de la imagen fue el 7 de septiembre de 1852, comenzando así una nueva etapa en el Santuario hasta la llegada de los padres franciscanos.
Por entonces la Orden de San Francisco trataba de revitalizar sus misiones y restaurar conventos extinguidos; por ello, en el año 1882 el Estado cede el Santuario al Padre Lerchundi, permitiéndole el establecimiento de un colegio de misioneros para Marruecos y Tierra Santa. A partir de entonces, y con los franciscanos al frente, la devoción popular hacia la Virgen toma un aumento sin precedentes.
La idea de la construcción de un nuevo templo con espacio capaz para el gran auge alcanzado por el culto surgió pronto entre los franciscanos, que en 1899 se hizo pública entre toda la población.
Por ello, el 17 de mayo de 1904 se aprobó el derribo de la vieja iglesia y en el mismo año se procedió a la construcción del templo actual, una obra de estilo neogótico que se concluyó en solo dos años, inaugurándose en 1906 a excepción de su torre principal, que se acabó tres años después, en 1909.
Bibliografía
Principales editores del artículo
- Carlosrs (Discusión |contribuciones) [2]
