Piedra ostionera
Se conoce como piedra ostionera el tipo de roca constituida a partir de distintos materiales, entre los que son visibles areniscas y restos de animales marinos fosilizados (conchas y cáscara de distintos moluscos, fundamentalmente).
Este tipo de piedra, característica de la costa gaditana del entorno de la Bahía se extrae en cantera a cielo abierto en zonas próximas a la propia costa, donde es muy fácil verla a lo largo de muchas de sus playas y costas como en las de Cádiz, San Fernando, Chipiona, Sancti Petri o La Barrosa, en Chiclana de la Frontera, entre otras.
La presencia de multitud de conchas marinas corrobora en su superficie el origen de estas rocas en el fondo del mar, aunque hoy se encuentra buena parte de ella emergida y a simple vista, incluso a mucha distancia de la costa, donde hoy ya no hay mar, pero sí lo hubo cientos o miles de años atrás.
Bien labrada constituye un elemento constructivo de gran belleza por su color y textura.
Con este tipo de piedra se han construido gran cantidad de obras en ciudades como Cádiz, San Fernando, Puerto Real, El Puerto de Santa María o Chiclana de la Frontera; una zona de marismas donde escasean las canteras convencionales y donde los transportes terrestres han sido particularmente difíciles tradicionalmente.
Sus diferentes tonos de marrón -que van desde el color miel claro hasta el marrón más tostado u oscuro-, su aspecto muy poroso, su peculiar textura arenisca, y la presencia de restos de conchas a lo largo de su superficie, son valores característicos que la hace inconfundible a simple vista.
En edificios importantes se presenta bien labrada en bloques ortogonales (sillares), generalmente en las plantas inferiores de fachada a modo de zócalo de base, que se deja vista a propósito (sin revestimiento posterior), ennobleciendo así esta zona del edificio.
Por su alta resistencia a las inclemencias del tiempo su uso ha sido muy frecuente en elementos singulares como murallas y baluartes, torres de iglesias o portadas de casas de cierta importancia.
Muy usada tradicionalmente en importantes edificios militares, civiles y religiosos durante los siglos XVIII y XIX, actualmente -y debido a su alto coste- su uso está más enfocado al suministro de piezas cortadas en placas delgadas, como revestimiento superficial de zócalos y en portadas de edificios, principalmente.
Galería de imágenes
Se presenta, en la galería gráfica siguiente, imágenes de algunos de los muchos edificios, de carácter monumental o doméstico, que han sido realizados con este tipo de piedra en la zona de la Bahía.
Arco de los Blanco, de Cádiz.
Fachada y portada en calle Real de San Fernando.
Portada y cornisas en piedra ostionera en calle Soledad de Puerto Real.
Principales editores del artículo
- Carlosrs (Discusión |contribuciones) [7]